Entrevista a Julieta Rada

¿Cuándo fue la primera vez que te diste cuenta que querías dedicarte a cantar?

No fue que un día tuve una revelación de que quería ser cantante. Se fue dando. Sabía que me gustaba la música y quería cantar y bailar. Me gustaba Michael Jackson, por ejemplo, y tenía un concepto muy pop de lo que quería. A los 16 años empecé a estudiar canto con Carmen Pi, me gustó y me hizo bien, así que empecé a cantar. A los 17 años estaba cantando y ya no me lo cuestioné más.

¿Nunca tuviste la inquietud de estudiar otra cosa?

Siempre me interesó el arte: cantar, bailar, también la actuación. En un momento pensé en hacer Arquitectura pero era más porque mis compañeros iban a estudiar carreras y yo era la única que me inclinaba hacia el arte. Ahí mi madre, que es psicóloga, me dijo que no estudiara una carrera porque sí. “Hacé, estudiá lo que a vos te gusta”, me dijo, y me dediqué a la música.

Estudié dos años en Buenos Aires en EMC (Escuela de Música Contemporánea), que es como un conservatorio. Como instrumento elegí piano, porque canto estudiaba aparte. Pero no estaba tan copada con la escuela. Cuando me puse de novia (con Nico Ibarburu), me vine para acá y grabé mi primer disco.

Estudié piano desde chica pero no enganché tanto. Muchos años después, en la pandemia, empecé a estudiar guitarra y aprendí un montón. Asimilé conceptos del piano que los comprendí mejor en la guitarra.

No sos la hija de cualquiera; sos la hija de Rúben Rada. Supongo que eso, como artista, tiene sus cosas buenas y malas, ¿no?

Sí. Creo que ha tenido más de bueno que de malo. Porque mi padre, además de ser para mí un referente y un ídolo, es un tipo muy generoso, muy ubicado, y siempre me dio muy para adelante, me dio mis espacios, nunca se metió en lo que yo hacía. Siempre fue muy respetuoso. Y ta, los mambos míos son mambos míos. Pero sí, al tener un padre tan productivo y querido es difícil a veces hacer cosas porque una quiere estar también al nivel. Si una se compara, es difícil. Hay rachas en que me preocupa más pero ahora estoy en un momento en que está todo bien; él es él y yo soy yo. Soy una mujer, viviendo una realidad diferente y evidentemente soy distinta a él. Claro que siempre incorporando cuestiones musicales, aprendizajes que él me enseñó, pero llevados a otro lugar.

¿Él te enseñó música conscientemente o recibiste conocimiento por estar con él?

Creo que fue más inconsciente. Porque me tocó estar en muchos lugares, ir a pruebas de sonido, a ensayos, y todo eso te va nutriendo. Aprendés de los diálogos entre los músicos y lo vas incorporando. No tengo un recuerdo de él enseñándome algo específico. Recuerdo sí alguna vez que me enseñó a escuchar los diferentes instrumentos, preguntándome si escuchaba la guitarra, el bajo, etc., pero no mucho más. Eso sí, siempre fue alguien que quería que sus hijos estudiaran. El no estudió nada. Es muy intuitivo, muy autodidacta. Él no terminó la escuela, así que es un sobreviviente. Es impresionante todo lo que ha hecho con los pocos recursos que tuvo.

¿Te abrió puertas?

Obvio. A los 17 años quería cantar y ya estaba cantando con Urbano Moraes, Nico Ibarburu, Martín Ibarburu y Gustavo Montemurro. De los mejores músicos de acá, y ese fue mi piso.

Después armé mi banda y también, tremenda banda: Nico y Martín Ibarburu, Gustavo Montemurro, Nacho Mateu, y a veces tocaba mi hermano. A veces miro para atrás y pienso que hubiera estado bueno haber empezado con una banda estilo banda de garage, vivirla más de abajo, pero se dio de esa manera y agradezco.

¿En qué momento musical estás ahora?

Actualmente estoy grabando un disco de candombe, de clásicos de candombe, que me tiene muy copada. Lo estoy produciendo con mi novio, Juan Chiavassa (baterista), y Leo Genovese hizo unos arreglos espectaculares. Leo es un pianista de Venado Tuerto que vive en Nueva York y está muy vinculado con la gente del jazz de allá.

¿Estás grabándolo allá?

Empecé allí. Las bases se grabaron en Nueva York, con Juan Chiavassa en la batería, Leo Genovese en el piano y el israelí Noam Tanzer en el bajo. El otro día grabé tambores y voces acá en Montevideo. Me queda grabar unos coros de niños.

¿Hay tambores en Estados Unidos?

Increíblemente sí. Hay una comunidad de uruguayos-argentinos que se juntan en el parque, el Prospect Park, a tocar los tambores.

¿Dónde queda?

En Brooklyn. Nueva York tiene varios parques conocidos. El mismo diseñador del Central Park, que está en Manhattan, hizo el Prospect Park que está en Brooklyn.

¿Vivís en Brooklyn?

Sí. Está bueno. Es un barrio que son todos negros y todos judíos religiosos. Es un barrio que pega conmigo porque es mi mezcla. Todavía no lo conozco del todo, pero me gusta.

¿Para qué se graba un disco hoy en día? ¿Se venden?

La verdad es que los discos no se venden pero sí se suben a las plataformas y la gente los escucha. Supuestamente el artista debería ganar algo pero es todo tan mezquino que un artista independiente como yo no gana casi nada de eso. Pero es lo que nos toca en esta era, más digital. Lo bueno es que lo puede escuchar alguien en Japón o Berlín, donde sea.

Voy a hacer el disco digital y vinilo, que tiene un mejor sonido. Porque todo lo que se sube a las redes está con comprimido y no es lo mismo. El vinilo permite otra calidad de sonido. También con el vinilo se requiere del ritual, poner el disco, sentarte a escuchar y es otra cosa, otra experiencia.

¿Vos componés pensando en un disco o vas componiendo canciones y en algún momento sentís que tenés un disco para sacar?

Creo que es más lo segundo. Voy componiendo y después las junto y saco un disco. Por lo general tienen una unidad. El disco representa una cierta etapa de tu vida.

¿Cómo componés?

Mis primeras composiciones, las de mi primer y segundo disco, fueron con Nico Ibarburu. Hicimos muchas. También las letras las hicimos juntos. En el tercero hice lo mismo pero con Leonardo Amuedo. Con Buscaglia hicimos un par de temas; uno quedó grabado. En “Bosque” yo compuse las letras.

En la pandemia no compuse mucho pero empecé a tocar la guitarra y a partir de eso empecé a componer sola algunas cosas.

¿Tus letras hablan de ti o de historias imaginarias?

En mi caso, hasta el momento, he hablado bastante sobre mí. Quiero aprender a correrme de mi burbuja. De todos modos, uno escribe con un significado pero después quienes lo escuchan a veces entienden cosas diferentes.

¿Los músicos de tu banda opinan sobre las composiciones?

No tanto sobre la composición. Opinan más sobre los arreglos.

¿Trabajás con músicos hombres porque te gusta más o porque se ha dado así?

Sucedió así y también yo me sentía cómoda trabajando con ellos, que eran muy cercanos a mí. Pero por ejemplo en mi banda en Argentina hay más mujeres. La banda tiene una guitarrista mujer, Nana, que me encanta. Tiene una energía muy especial.

¿Qué música te gusta escuchar hoy?

Escucho un poco de todo. Ahora, se ve que, como estoy en Nueva York, me pega más por escuchar música jazz. Me da por escuchar algo más antiguo. Estamos tan bombardeados por música y a veces necesitás volver a ciertas raíces musicales, que te ayuda a entender cosas. Por otro lado, en general, escucho R&B, un montón de cantantes negros, que me llegan mucho.

¿Siempre te gustó el candombe?

Sí, pero antes le tenía mucho respeto… sentía que era más de mi papá. Ahora sí me dieron ganas de hacer un disco todo de candombe. Este proyecto me tiene súper motivada. Y me brotaron más las ganas estando allá lejos. Te das cuenta de que extrañás tu tierra. Además se trata de conectar con mis raíces. El candombe siempre estuvo pero ahora siento ganas de potenciarlo, de profundizar en él.

¿Actualmente cómo está formada la banda y qué vas a presentar en el próximo show?

El 1º. de junio vamos a tocar con mi hermano, Matías, Martín Ibarburu, Nacho Mateu y Manuel Contrera y voy a presentar músicas de mis tres discos: Afrozen (2012), Corazón Diamante (2015) y Bosque (2019).

Voy a tener el gusto de contar con la presencia de dos amigas argentinas: Mía Folino, hija de Hilda Lizarazu, con quien somos muy amigas, y Abril Olivera, que la amo y tiene una música espectacular. Las dos son cantantes, tienen su vida musical, y son súper talentosas.

También van a participar Juliana y Sofía, dos niñas que conocí en el programa La Voz Kids, que van a cantar un tema conmigo.

¿Las coordenadas de esta presentación en vivo?

Las coordenadas de este toque, antes de volverme a Nueva York, son:
Jueves 1º. de junio, en Sala del Museo del Carnaval, hora: 21:00. Las entradas se encuentran en RedTickets.

«Guazuvirá Viejo» de Nico Sarser

Hay música que «está buenísima» y hay música que «hace bien». Esta está buenísima y hace bien. O sea: es el tipo de música que amo escuchar. Hoy los invito a escuchar este tema «a la Patricia». ¿Me siguen en el viaje?

Primero, antes de ponerle play, respiren profundo, que la panza se les llene de aire, y luego suelten el aire despacito por la boca. No piensen en nada más que en la sensación física de recibir ese aire nuevo y soltar el aire que ya no sirve. Repitan 3 veces.

Ahora lleven la atención al contorno de su cuerpo (o sea, de la piel para afuera, una franja de 50 cms aprox). ¿Qué sienten? Observen, perciban.

Sostengan la atención ahí, en el contorno del cuerpo, y pongan «play». Observen qué sienten con los sonidos de la guitarra en esos primeros poquitos compases antes de que entre la voz. Pónganle nombre a la sensación. Si sienten parecido que yo, encontrarán una mezcla de sensaciones muy agradables (*).

Acá, les propongo parar después de las primeras 2 estrofas cantadas y volver para atrás. Esta vez para, al escuchar por segunda vez, observar el centro de su pecho. Al sonar las notas más graves, el Chakra del Corazón vibra bellísimamente, se abre a recibir.

(Siento/creo que el Chakra del Corazón recibe eso tan abierto porque previamente estuvieron esas notas que nos generaban confianza, alegría, agradecimiento y nos abrieron a recibir).

En «un chapuzón» entra el bajo.

Observen qué maravilla cómo ahí se moviliza notoriamente el Chakra del Plexo Solar (4 dedos encima del ombligo) sumándose a la vibración notoria del Chakra del Corazón.

Después (min 0:48 al 1:11) viene una parte más «agitada» (estribillo). Observen su Chakra de la Garganta. 🙂 Se moviliza, ¿eh? ¡Y a la vez se mantiene toda la belleza en el contorno del cuerpo!

Y así sigue la cosa.

Me encantaría saber si perciben algo similar a lo que percibo yo.

En cuanto a la estrofa final:

«Me quedo con tu calor,

sigo con tus movimientos,

llevo en mi alma tu amor,

tu reinado en el bosque

de mis sentimientos»

fíjense si también sienten un manto de cariño envolviéndoles.

Es interesante porque esta estrofa está por el medio del tema también pero ahí se siente diferente a como se siente la estrofa final, siendo que es «la misma».

Y volviendo a la estrofa final: ¿qué sienten cuando termina y se termina el tema? ¿Qué sienten en cada chakra? ¿Y alrededor del cuerpo?

Voilá el efecto de la música en nuestras vidas.

A esta belleza de experiencia la hicieron Nico Sarser y Gerardo Alonso. Aquí los créditos que aparecen en el video de Youtube:

Guitarra acústica, coros y voz : Nicolás Sarser

Producción , Bajo, Cavaquinho , Tres Cubano y Programación : Gerardo Alonso

Grabado y Mezclado por Gerardo Alonso en su estudio.

Masterización: Marco Busso

(*) A mí esos primeros compases me hacen sentir alegría, agradecimiento, plenitud… me elevan la vibración general de manera amable y bella.

Encuentro con Esteban Montaño

Tuvimos el enorme placer de conversar con Esteban Montaño sobre sus próximas dos presentaciones, lo que también nos dio pie para hacer eso que más nos gusta: abrirnos a conocer, a través del diálogo, un poquito más la experiencia de ser músico.

Los animamos a ver el encuentro y conectar con su energía hermosa y disposición generosa para compartir todo esto con Cooltivarte.

Spoiler: en el minuto 29:11 nos atrevimos a pedirle un momento cantado. Es impactante y hermosa su voz. ¡Escucharlo moviliza!

Este viernes 17 de junio presentará junto a Raúl Medina el show Nocturno.
Invitadas especiales: María Noel Taranto y Beth Suzacq.
En La Colmena. 21 horas.

El viernes 24 de junio presentará junto a María Noel Taranto el show Frank y Edith, «a su manera».
Dirección musical y teclados: Raúl Medina.
En Teatro Arocena.

Encuentro con Sara Sabah

Compartimos con ustedes el encuentro que tuvimos con Sara Sabah.

En Cooltivarte queríamos saber más acerca de su próxima presentación en la Sala Experimental, en Malvín, que será el próximo sábado 18 de junio 2022, y que recomendamos con la certeza de que les resultará una experiencia transformadora.

Fue un encuentro súper disfrutable y muy enriquecedor con esta artista quien, además de ser una enorme profesional, es de una calidez infinita, como podrán apreciar en la nota.

Habló de su relación con la música, con esa impronta poética que la caracteriza, y nos permitió habitar su mundo creativo por estos minutos preciados.

Esta vez Sara Sabah estará acompañada por los músicos:

Federico Righi

Martín Ibarra

Nicolás Parrillo

Será un show de esos que consideramos imperdibles.

Entrevista – encuentro con Nicolás Sarser

¡Hola, amigos!

Hoy vengo a compartir con ustedes un encuentro muy bonito con Nicolás Sarser.

El disparador fue su último disco, «9 décimos de la velocidad de la luz«, que está próximo a publicarse. Sus seguidores conocimos en estos días el bellísimo tema «La Higuera» (que pueden escuchar en su canal de Youtube) y pronto se darán a conocer los siguientes tracks.

La conversación fue desplegándose naturalmente hacia diferentes aspectos de la experiencia de vida del músico y del ser humano, resultando en un intercambio muy auténtico y significativo.

Comenzó su experiencia musical por el año 1985, en la banda SI 3, con los hermanos Ibarburu, haciendo covers de The Police. Ha sido parte de diversos proyectos tanto con los hermanos Ibarburu como con Juan Pablo Chapital, Francisco Fattoruso, Anita Álvarez de Toledo, Gerardo Alonso, Gerónimo de León, Sebastián Delgado, Sara Sabah, Jorge Galemire, Urbano Moraes, por nombrar algunos.

En el año 2011 edita su primer disco solista titulado «Buen viento».
En el año 2017 edita su segundo disco solista titulado «Puerta a puerta».
En el año 2021 edita «Paseo de los Eucaliptos».
En el año 2022 edita «9 décimos de la velocidad de la luz».

Espero que la disfruten.
Abrazos,
Patricia

Álbum «Forastero», de Nacho Cejas

Acaba de salir el primer álbum de Nacho Cejas. Se llama «Forastero«, un nombre bien significativo, ya que su música no tiene raíces uruguayas en absoluto. En la plataforma Soundcloud está etiquetada como música country, rock sureño y blues.

Les sugiero darle play. Apuesto que se asombrarán y les gustará muchísimo. En lo personal vengo escuchándolo con entusiasmo desde que salió. Este álbum infunde ganas, fuerza, garra. Probablemente esto se deba a la confianza y firmeza de todos los músicos participantes, y en especial del músico líder.

El álbum tiene algunos covers, temas propios y temas en co-autoría con otros músicos. Es llamativo que a pesar de esto el álbum tiene una unidad perfecta y solo leyendo los créditos es posible saber que hay variación en los autores de los tracks. Hay varios músicos invitados y cada uno le aporta un aderezo especial y bienvenido.

Músicos:

Nacho Cejas – Voz
Pablo Traberzo – Guitarra
Nico Noech – Guitarra
Pablo Scarpa – Bajo
Andres Arnicho – Teclados
Vittorio Bacchetta – Bateria

Músicos invitados :

Edgardo Nieves Triay -Teclados
Federico Righi- Bajo
Gerardo Alonso – Contrabajo
Diego Martinez – Bateria
Florencia Pasquet – Voz
Christian Perla – Guitarra Acustica
Omar Estrada – Coros
Alan Vega – Guitarra
Carlos Carranza – Banjo
Nati Gutierrez – Voz
German Aycardo – Coros

Este disco se presentará en la Sala Zitarrosa el 18 de junio.
Si van, nos vemos ahí.
Será tremendo show.

A continuación, el link.
¡Que lo disfruten!

Disco «Balcones» de Pascual Márquez

Así como las redes nos quitan el tiempo que nos dejamos quitar por ellas, en mi vida son una fuente infinita de música.

Hoy vengo a compartir un disco que conocí hoy mismo y que me gustó un montón, además de parecerme interesante. La persona que me lo envió dijo que Pascual Márquez le parece un gran compositor. En mi caso no soy capaz de juzgar la calidad de composición pero sí me resultó algo nuevo, diferente, y muy agradable. Me gustó tanto que sentí que a algunos de mis amigos atresillados les podría interesar conocerlo también.

El listado de temas y músicos de este disco «Balcones», tomado de Youtube:

1. DISTRACCIONES Batería y Shaker – Felipe Ritorni Bajo – Felipe Giordano Guitarras y voces – Pascual Márquez .Compuesta en verano de 2020.

2. PAREDES PARLANCHINAS Batería – Felipe Ritorni Bajo – Felipe Giordano Guitarra y voz – Pascual Márquez Voces – Mika Echeverría Palmas – Patuco Lopez .Compuesta a mediados de 2020.

3. BIZCOCHO Y COCAÍNA Batería – Felipe Ritorni Bajo – Felipe Giordano Guitarra y voz – Pascual Márquez Eloísa Avoletta – Voz .Compuesta a mediados de 2020.

4. TUS QUERIDOS CON TUS JUEGOS Pascual Márquez – Guitarras, voces, Bajo, Tambores y programación MIDI .Compuesta en 2018.

5. MANDARINAS Batería – Felipe Ritorni Bajo – Felipe Giordano Guitarra y voces – Pascual Márquez Flauta Traversa – Juan Ignacio Belzarena .Compuesta a fines de 2017.

6. FRACTAL DE ENERO Batería – Felipe Ritorni Bajo – Felipe Giordano Guitarra y voces – Pascual Márquez Flauta Traversa – Juan Ignacio Belzarena .Compuesta en Julio 2019.

7. LISTA DE COMPRAS Guitarras, Maraca y voces – Pascual Márquez Para comprar – Agustina Aranda y Eva Luna Avoletta Aplauso – Mika Echeverría y Mateo Altez .Compuesta en 2019.

8. GRACIAS JOR Batería – Felipe Ritorni Bajo – Felipe Giordano Guitarra y voces – Pascual Márquez Saxos altos – Silvina (chivi) Moreira, Pablo Cabrera, Felipe Mareskov Trompeta – Gastón Suarez Trombón – Franco (coqueto) Altez Arreglo de vientos: Juan Ignacio Belzarena y Pascual Márquez .Compuesta a fines de 2019.

9. TELEMUNDO Batería – Jeronimo Lamas Guitarras, bajo, maracas y voces – Pascual Márquez Voces – Agustina Aranda Flauta traversa – Juan Ignacio Belzarena .Compuesta a fines de 2018.

10. 18 POP Batería, pandereta, coros, teclados MIDI y arreglos elementales – Francisco Patuco Lopez Bajo, Voces, Guitarras y teclados MIDI – Pascual Márquez Coros – Renata Denevi Flauta Traversa y coros – Juan Ignacio Belzarena .Letra y melodía de 2018.

11- PEREZA (con 1) Barra Brava – Franco Altez, Mateo Altez, Eva Luna Avoletta, Eloísa Avoletta, Juan Ignacio Belzarena, Mikaela Echeverría, Juan Gerones, Diego Lois, Pascual Márquez, Santiago (Negro) Minarrieta, Felipe Ritorni. .Compuesta en 2013.

Lxs musicxs participaron en sus arreglos y en los distintos procesos creativos Grabado entre 2019 y 2021 en La Castilla (ciudad vieja) Excepciones de vientos, voces, guitarras y bajo en el estudio de Juan Manuel (J) Puñales y en la casa de Patuco Lopez.

Grabado por: Juan Gerones, Pascual Márquez y Juan Manuel (J) Puñales.
Mezcla y edición – Juan Manuel (J) Puñales Master – Diego Azar y Juan Manuel (J) Puñales
Premezcla – Pascual Márquez
Supervisión de mezcla – Patuco Lopez
Chef – Franco (coqueto) Altez
Arte – Emilia Márquez

Aquí el disco completo en Youtube:

Por lo que encontré en radiopedaluy, Pascual estudió guitarra con Alberto «Mandrake» Wolf. Esa influencia se siente y mucho en sus músicas pero no como una copia sino como una auténtica influencia, eso que permea pero no anula. En ese link pueden encontrar una entrevista que le hicieron en el año 2019, cuando él tenía 25 años, a propósito de un disco anterior titulado «Pocos cables». Ahí cuenta que escucha mucho Charly García, Deep Purple y música brasilera, pero que su música resulta muy uruguaya.

Bueno, no les doy más cháchara, así usan el tiempo para escuchar la música, que es lo que interesa.

Ya que estoy, mando un abrazo, si es que queda alguien por estos lares después de tanto tiempo de sufrir de pereza bloguera. En verdad ya saben que no es pereza bloguera 100%, sino que ando en otros asuntos a los que estoy muy dedicada. Pero un instante para un abrazo siempre hay. 😉



Todos los barrios: disco de Pato Muñoz

Hay discos que pueden estar muy buenos compositivamente, técnicamente, y en cuanto al sonido, sin embargo no gustarnos. Son esos discos que, por más que estén geniales, una escucha una vez y nunca más. Hoy les cuento sobre «Todos los barrios«, de Pato Muñoz, que es un disco hermoso, que le trajo a estos días relativamente apurados una gran cuota de sorpresa, entusiasmo y belleza.

Hace ya un tiempo que cuando escucho un disco lo primero que percibo es qué energía genera, y de qué energía está hecho. Supongo que es algo lógico por el viaje energético en el que ando 24/7. Analizando un poco mis gustos musicales he llegado a la conclusión de que mis gustos y encantamientos con los discos que escucho muchas veces tienen todo que ver con eso. Bueno, este disco tiene una energía maravillosa: optimista, re positiva, pero que no te atropella, no te lleva puesta.

Esto que comento de la energía no tiene relación alguna con la cantidad de notas, con el virtuosismo y demás. Pueden haber mil notas o una en un compás y que la energía sea amable con quien escucha, o soberbia y avasallante. Si durante la escucha una no llegara a darse cuenta de este aspecto, lo nota indefectiblemente al terminar de escuchar el disco en cuestión. ¿Cómo estoy en relación a antes de empezar a escucharlo? ¿Recargada o agotada? Voilá, ahí está la cuestión.

Bueno, «Todos los barrios» es un discazo, con una calidad musical completamente profesional, y el baño de energía positiva que te regala es tan pero tan bienvenido que termina el disco y tenés ganas de volver a ponerlo enseguida.

El primer tema, que se llama como el disco, es un tema de jazz, funky, con trasfondo de candombe. Lo primero que me enamoró fue el sonido y el volumen del bajo. Siempre me gustaron los bajos a volúmenes notorios, no es algo nuevo para nada… ustedes lo saben. Ojo, tampoco es que esté fuertísimo, es que se oye divinamente y sin esfuerzo. Es un tema con varios riffs, con varias frases armónicas y melódicas que tienen la divina peculiaridad de ser comenzadas por un instrumento y terminadas por otro (por ej. frases iniciadas con el bajo que remata la batería), o de tener unos unísonos entre instrumentos que suenan espectaculares. Tiene también bellísimos slaps que te abren el chakra del corazón.

Graciela es un tema introspectivo, que arranca con unas frases de saxo y bajo muy hermosas, que transmite nostalgia y aceptación, dulzura y amorosidad. Las melodías tocadas solo por el bajo y otras entre el saxo y el bajo son una caricia a la existencia. Las notas súper definidas y tocadas con una certeza total, también en los pasajes más veloces, con un ataque hermoso y una hilvanación perfecta entre las notas. El sonido del bajo es dulce pero masculino, firme; a la vez muy cálido y amable. Las posibilidades técnicas de Pato Muñoz le permiten un fraseo genial, inclusive cuando sube la velocidad. La guitarra eléctrica y el piano también dialogan, y apoyan mucho, contribuyendo al clima y a la profundidad. La batería acompaña la dulzura con los sonidos de los cuerpos y de los platos. En la mezcla la bata está a un nivel de volumen muy discreto, cosa que aquí agradezco, porque me da la posibilidad de escuchar mucho más claro al bajo y gozarme con ese efecto mágico y grandioso de estos sonidos gordos.

El tercer tema se llama Funky Blues. Para resumirlo en tres palabras y dos signos de admiración: ¡es un despelote! Este track se merece tantas escuchas como instrumentos, porque es tan pero tan rico lo que pasa acá, que escuchando solamente la globalidad a una se le pierden miles de detalles, miles de momentos especiales. El saxo resalta por obvias razones, pero también la guitarra, las congas, la batería y el piano. Lo del bajo en este tema es de otro planeta. Me encantaría ver un video de esto… es imponente la perfección en cuanto a que Pato toca notas rapidísimas y muy abundantes pero sostiene la la intención, la fluidez y la expresividad a una velocidad impensable. Es un temazo tocado en forma magistral.

Doña María comienza trayendo un poco de calma, como para bajar un poco la exaltación que nos generó el track anterior. Aquí hay escobillas, cajón, bombo legüero, un clarinete y un saxo tranquilos, un piano y un teclado mansos, y desde el bajo notas largas, sostenidas, muy disfrutables. Por la mitad del tema crece la intensidad, generando toda una movilización celular, para luego volver a la Parte A y después finalizar con otro incremento de tensión y diálogos entre los instrumentos. Tanto la percusión como los instrumentos melódicos condimentan la experiencia con estos ingredientes que ya son definitorios del disco: profesionalismo y buen gusto.

Nana del pequeño tigre es el track más breve del disco (2 minutos y poco) y como lo adelanta el nombre es una bellísima canción de cuna. Bueno, ¡ya quisiéramos muchos de nosotros que nos hubieran dormido con música como esta! Aquí hay un viraje hacia sonidos más acústicos: guitarra española, flauta traversa, bombo legüero, piano y bajo. La melodía me pareció que tiene algo de hindú, y de alguna manera la musicalización con la guitarra, el bombo y la flauta también me generaron una impresión de música de lugares y culturas diferentes y lejanas.

Nana del pequeño tigre (parte II) dura 6 minutos y algo y hay un cambio sonoro bastante marcado con la primera parte, pues cambian los instrumentos otra vez: guitarra eléctrica, saxo tenor, piano, teclados, batería, congas, y bajos. No les recomiendo ponerle esta segunda parte a su bebé para que duerma, pero sí les recomiendo a ustedes, adultos, que cierren los ojos y viajen. El saxo tenor aquí es bastante protagonista me fascinó en todo: el sonido, el fraseo, la afinación, las notas en sí… todo.

Candombe para Lautaro es un track con un bajo de 7 cuerdas y percusiones. El sonido agudo del bajo de Pato es igual de hermoso o más que los sonidos graves. No hay caso, el bajo le hace bien al alma… Además de bellísimos son sonidos amables y orgánicos. Este track es mántrico y tiene acordes preciosos, una melodía circular, arpegios, algún armónico… dulzura, calma y belleza, todo acompañado con la percu necesaria. Lo encontré en Youtube, así que se lo comparto por acá.

Quién sabe es un tema que te infunde ansias de salir a vivir, de ir ya mismo a comerte el mundo a manos llenas. A fuerza de slaps, de melodías vivaces y optimistas, de frases virtuosas pero no presuntuosas, de bata y tambores de candombe, de alegría y empuje, es una invitación deliciosa a moverte. El piano y los teclados y la guitarra eléctrica suman sus sonidos agudos a esta fiesta final. El saxo, cuándo no, le da esa grandiosidad extra al todo. Este candombe-jazz fusión espectacular cierra magistralmente este disco súper homogéneo que sí o sí tenés que escuchar. (Después contame, ¿ta?).

Aquí debajo les dejo el link a Bandcamp, donde pueden escucharlo y comprarlo:

https://patomuoz.bandcamp.com/album/todos-los-barrios-2

Este disco salió en el año 2012 pero lo grandioso de la música es que no tiene fecha de vencimiento. Siempre es nueva para quien la escucha por primera vez. Me alegro de que haya llegado a mis manos en este final de 2021.

Comparto la información sobre Pato Muñoz que encontré en la red:

Nacido el 10 de diciembre de 1964 en Montevideo (Uruguay), Javier «Pato» Muñoz estudia guitarra, bajo eléctrico, armonía, composición y arreglos en su ciudad natal y posteriormente contrabajo clásico en el conservatorio Padre Antonio Soler de San Lorenzo del Escorial (Madrid). Bajista de gran versatilidad comienza su carrera profesional en 1980 participando en grabaciones y giras con artistas de diversos estilos entre los que se destacan Alberto Wolf, Jose Carbajal «El Sabalero», Rubén Dantas, Andreas Prittwitz, Gema y Pavel, Eliseo Parra, María del Mar Vivó, Cubop, Los Losadas, Diego «El Cigala», La Barbería del Sur, Big Band del Taller de Músicos de Madrid, Centro Habana Band, Rasha, Nono García, Hugo Naranja Toscano, o Niña Pastori. Asímismo trabaja asiduamente como músico acompañante de cantantes como Raphael, Paloma San Basilio, Alberto Cortez, Roque Narvaja, Inma Serrano, María Vidal, Bertín Osborne, Azúcar Moreno o Andy&Lucas dentro de la música comercial. También ha colaborado en programas de televisión como 7º de Caballería, Los Conciertos de Radio 3, Música Sí o los Premios Amigo. Como profesor tiene gran experiencia, ha impartido clases en distintos centros así como de forma particular. Ha publicado ejercicios y patrones originales en la revista Guitbass y cuenta con un método propio en proyecto.

Nada a cambio – CD de Jorge Rodríguez Stark

Ustedes ya saben que mi debilidad son los buenos discos de compositores bateristas. Creo ser objetiva cuando digo que los discos de calidad compuestos por ellos son especiales, tienen características (quizás sutiles) diferentes, que hacen de la experiencia de la escucha algo especial.

Ayer me regalé este disco y en el momento en que empezaba a escuchar el primer tema, empezó una cascada bestial de rayos, así que tuve que esperar hasta hoy para poder escucharlo. Mi computadora es anciana y dependo de ella, así que no puedo arriesgarme a que se queme. Hoy, domingo, amaneció super soleado y me di el gustazo de tirarme al sol a escuchar mi disco nuevo.

A pesar de que sí tenía curiosidad, no tenía idea de la perlita que me estaba esperando. Amigos atresillados, ustedes que tienen gustos parecidos a los míos, ¿qué expectativa sentirían si les dijera que los instrumentos son: batería, saxo tenor, piano y contrabajo? Ja, eso. Ya pintaba muy bien antes de darle play.

Hoy tuve la buena idea de no poner todos los temas de corrido, sino escuchar algunas veces el primero. Es algo que hago muy seguido pero esta vez fui especialmente consciente de la función que tiene eso para realmente sintonizar con la propuesta musical. En la primera escucha, se resaltan algunas cosas, en la segunda otras y recién por la cuarta o quinta es que uno «nada» en esas olas vibratorias… sospecho que la energía personal se ajuste a la propuesta energética musical.

El primer tema se llama «Viaje de ida«. Mi primera impresión a los primeros compases fue: «Bien, es un verdadero disco de jazz». Qué manía de catalogar, ¿eh? Y como la vida está plagada de enseñanzas para que vayamos dejando de lado la dualidad, al avanzar la escucha noté que este primer tema tiene un espíritu cien por ciento jazzero y a la misma vez te conecta con Brasil, con la bossa nova y quizás con el samba también. Sabemos que la gran belleza del jazz es la libertad que permite dentro su propio lenguaje y también su adaptabilidad a otros estilos, sin perder su impronta maravillosa.

Tomado como unidad completa, este primer track me generó un estado de ánimo positivo y animado pero nada superficial, una conexión alegre y madura con la existencia. Al detenerse en cada instrumento, cuando lo escuchen encontrarán capas y capas de asuntos bellos. Para no aburrirlos con la lectura, solo mencionaré que la melodía principal del tema es hermosa y el sonido y la intención del saxo tenor todo a lo largo es un mimo al corazón. Son un deleite esos apoyos con el hi-hat abierto de la melodía tocada por el saxo; fue genial la elección de sonidos de la batería, con un acompañamiento más que nada grave, con los cuerpos, como para permitir resaltar al saxo y con algunos detalles agudos con el aro del tambor y el charleston; y me resultó una delicadeza total el fill con los cuerpos graves antes de la entrada de la melodía. El solo de piano es una clase de buen gusto, confianza y libertad. Y el contrabajo me hizo sentir como Stevie Wonder, moviendo la cabeza con los ojos cerrados de un lado para otro sin parar, con un groove sólido y delicioso. Me llamó la atención que en la mezcla el piano tiene un volumen quizás más bajo que los otros instrumentos y eso en verdad le da al tema más profundidad y también te obliga a escucharlo con más atención, lo cual termina resultando en una experiencia realzada.

La segunda pista se llama «No sos vos, soy yo» y al igual que la primera es optimista y cuidada. A mí me llevó por las mismas zonas emocionales que me lleva un disco de Sonny Rollins que amo, que se llama «Saxophone Colossus». En este tema yo sentí esa influencia: de Max Roach, de Sonny Rollins y demás. Este track me dio muchas ganas de bailar… hace pocos días fui al Hot Club y tuve la suerte gigantesca de invitar a alguien a bailar uno de los temas y que aceptara. Este tema me recordó ese momento pues también es un tema para ser bailado. No les cuento más, así les dejo espacio para la sorpresa cuando lo escuchen.

El tercer track se llama como el disco: «Nada a cambio«. Me intrigaba el título del disco hasta que leí en el material que acompaña a los temas y encontré la explicación: «crear incondicionalmente, sin esperar contrapartidas». Este tema es más introspectivo. Ya saben que yo tengo tendencia nostálgica, así que estos temas que invitan a la mirada interior siempre terminan siendo mis favoritos. Son esos que terminan y los pongo otra vez. ¡Este tiene una melodía de-li-cio-sa y unos solos súper bellos!! Aquí el saxo descolla, por su sonido y expresividad, por las divinas elecciones de notas en la improvisación y por la enorme sensibilidad. De la batería me impresionó la creatividad de las figuras de la mano derecha en el ride y la inteligencia y todas las buenas elecciones para acompañar al tema completo y a los solos de piano y bajo en particular. El solo de bajo es llamativamente expresivo, con una intención súper positiva sostenida y bella, y con un ritmo espectacular. No sé por qué este track me llevó a París. Nunca estuve en París pero es de esas ciudades que se conocen sin haber estado… y hay algo en esta composición que me lleva a caminar por un puente encima del Sena y sentarme en un cafecito en el Quartier Latin.

El cuarto tema se llama «Primera impresión» y para quienes amamos el candombe, el jazz y los solos, es una gozadera. Comienza con una intro hermosa de piano, sigue el tema en sí y luego el viaje continúa con un fantástico solo de piano. Me pareció buenísima la forma de aniticipar ese solo con las notas introductorias. Continúa con un solo de saxo (es interesante que el saxo tiende más al jazz mientras la base tiende más al candombe y queda genial). Durante este solo de Bingert hay una comunicación súper rica entre los otros instrumentos y el saxo, que finaliza dando pie al solo de batería que da fin al tema. Hasta ahora este es el momento en que el compositor batero se toma su momento para «repartir», pero lo hace con un cuidado total por la musicalidad que el tema imponía y con un recato de extensión tal que me quedé con ganas de más. Y dándole aún más unidad a la creación, el piano, que había comenzado el tema, le ofrece apoyos varios al solo de la batería. Es peculiar un tema que termine con un solo de batería, ¿eh?

El quinto tema se titula «Como cualquier hijo de vecino«. Me fascinó el festín comunicativo, tan virtuoso como musical, entre el piano, el bajo y la batería durante el solo de piano. Si bien el solo es del piano, bien se podría decir que es un solo creado por los tres instrumentos, y lo mismo sucede cuando entra el saxo y hace su propio solo. Como si Jorge supiera que nos habíamos quedado con ganas de más bata en el track anterior, aquí nos regala otro solo de batería, apoyado por el piano, bajo y saxo. Otra vez el tema termina con el solo de bata y ahora sí confirmo: esta es la fórmula para que una se quede con ganas de más. Te lo aseguro: cuando termines de escucharlo, sí o sí vas a poner de nuevo o el tema completo o el solo de batería.

Pienso que pueden querer saber que el disco fue grabado en una sola sesión, con todos los músicos tocando a la vez, y en una sola toma. Evidentemente hubo buenos ensayos, porque el resultado es tan perfecto como si hubiera habido varias tomas y demás.

Les tengo una excelente noticia: pueden escucharlo en todas las plataformas digitales en forma gratuita. Sin embargo, permítanmes recordarles que si queremos que la música siga existiendo, tenemos que contribuir con ella. Si el disco les gusta a ustedes también, sean amables y cómprenlo. Creo que Bandcamp es el sitio más conveniente para los músicos en este sentido, pues las comisiones son menores que otras.

CD «Otros Planos» de Eduardo Almada

Este lugarejo internético nació así, conmigo escuchando discos y contando lo que escuchaba. Luego derivó un poco, pero hoy me voy a dar el gustito de hacer lo mismo que hacía en las primeras entradas atresilladas: escuchar un disco nuevo y a medida que lo voy escuchando, ir contándoles qué tal la experiencia.

Ya sabemos que soy la tipa más suertuda del planeta cuando de música se trata, y tuve el honor inmenso de que Eduardo no solo me alcanzara su disco sino que, además, me hiciera el regalo de contarme detalles sobre los temas, que ahora harán mi escucha más atenta. No puedo compartirles la trastienda de las canciones, pero sí llevarlos a pasear conmigo entre estos sonidos que ya visitan el espacio de «la aldea gala».

Hay dos asuntos que impactan de este disco a primera vista. En primer lugar, en la tapa está el propio Eduardo, con su mirada frontal, con su actitud directa y su expresión transparente. Es como si te estuviera diciendo: «no escondo nada, pasá y ponete cómoda, que no hay nada que temer». En segundo lugar, los nenes con los que lo grabó. ¡Mamita querida! Una selección genial de los mejores músicos de este paisito tan musical.

Adolesciendo es el primer encuentro con estos sonidos. Es una canción súper fresca, positiva, a la que se le siente bellamente la adolescencia y el comienzo de tantas cosas. La letra es de Eduardo y la música es una coautoría con Roque Coitiño.

Pa’ la Rada es un candombe re alegre, con una felicidad que se me antoja como repletita de inocencia, compuesto por Eduardo (letra y música). Preciosa melodía y una letra súper uruguaya, que no hay cómo no querer desde la primera escucha. Me encanta el ritmo logrado en la letra: una mayoría de palabras cortas salpicadas por unas pocas palabras más largas, siendo las dos más largas «repiqueteando» y «retumbando». Me encantó que el ritmo queda más reforzado aún por el uso pero no abuso del sonido «ch» en las palabras «che», «pucha» y «empilchao».

La música de este tema es cadenciosa, alegre pero sin ansiedad, con el aplomo que solo logra quien se mira, quien se observa y está en paz con lo que ve. Los coros con la voz de María Bentancur combinan de maravillas con la voz de Eduardo. Y cualquier cosa que yo pueda decir de Gerardo Alonso, Nicolás Ibarburu, Martín Ibarburu y Gonzalo Gravina, más los tambores de Diego Paredes, Jhonny Neves y Leroy Pérez estará demás, así que me llamo a silencio. Escúchenlo que va a ser mejor.

Azul sin rima es una murga playera en la que solo tocan Hugo Fattoruso el acordeón, Nico Ibarburu guitarras, Gerardo Alonso bajo y coros, Pablo Stella coros y la batería de murga formada por Freddy «Zurdo» Bessio, Freddy Nicolás Bessio y Andrés «Baba» Lijtmaer. No digan nada que el ritmo de murga a mí no me cuelga mucho… pero esto está bárbaro.

Virazón empieza y parás en seco. ¿Un sitar? (ejecutado por Angelo Primon) ¡Qué liiiindo! Virazón es una canción de amor… ahora, si el amor que originó la composición es tan cuidadoso como el cuidado puesto en este tema, ¡qué hermosura de amor!

Antonio es un tema instrumental, un candombe instrospectivo que lleva el nombre del padre de Eduardo. A guitarra (Eduardo Almada) y tambor piano (Gerardo Alonso). No es triste para nada pero a mí me hizo llorar, seguramente por viajes propios con los ancestros que ya no están. Sigo sintiendo el cuidado gigante de la música, tanto la guitarra como el tambor… tratados con respeto y amor totales.

Volverá setiembre es una co-autoría con Pablo Stella, quien escribió la letra y participó también en la música. La voz de Eduardo en este tema me emocionó especialmente… me encantó, me encantó, me encantó la melodía (y me llamó la atención cómo la mayoría de las frases terminan graves); me fascinó la mansedumbre; me erizó todo el espacio entre golpe y golpe de la batería (Martín Dios Ibarburu), la dulzura firme del bajo (Gerardo Alonso), y cómo el bajo y la voz se alternaron los espacios para cantar.

Milongón para ella es otra canción súper alegre, con el romanticismo feliz, que tanto bien nos hace a todos. Esta canción te levanta y te hace bailar sí o sí, con unos sonidos súper hermosos. En este tema está toda la magia de los sonidos acústicos reunidos: hay contrabajo, semillas (Gerardo Alonso), piano (Alfredo Monetti), flauta traversa (Juan Pablo Di Leone) y los tambores de Paredes, Neves y Pérez. Si necesitás levantar el ánimo, dale play a este tema y después contame si no te quedaste bailando feliz. ¡Qué hermosa ha de ser esa musa para despertar tanta alegría y belleza!

Versos al corazón no me llegó tanto hoy. Ya sabemos cómo es esto de que la música te llegue o no… eso es un asunto completamente circunstancial e individual. Habrá que volver a escucharla, pero será mañana.

Canción de cuna para Nati me resultó una joyita hermosa. Un tema instrumental maravilloso que me despertó una frondosa combinación de emociones: ternura, amor, alegría calma con tonos de felicidad profunda. Qué elección fantástica de instrumentos también: guitarra (Eduardo Almada), bajo fretless (Gerardo Alonso), armónica (Juan Pablo Di Leone) y piano (Carlos Darakjián). Termina y la tenés que volver a poner. Esta composición hermosa le pertenece a Eduardo.

Para verte venir es otra exquisitez, de principio a fin. Claro, se ve que Eduardo no encontró músicos que lo acompañaran como la gente, y tuvo que conformarse con los siguientes (genios todos): G. Alonso, N. Ibarburu, M. Ibarburu, Gonzalo Gravina, Walter «Nego» Haedo, y un coro de murga arreglado por Ney Peraza.

Ivaní es un candombe tranquilo y tiernísimo, pura dulzura y amor, compuesto por Eduardo para su nietita. Venís escuchando y sintiendo el abrazo de los sonidos… y cuando creés que no cabe más ternura, Sara Sabah y María Bentancur aparecen con sus coros y ta, solo queda desarmarse, entregarse y admitir, encantada, que en este mundo también existe la magia amorosa y seres dispuestos a mantener esa llamita viva. Gracias también por eso, Eduardo.

Otros planos, siendo el último tema del disco, me hizo notar que el canto de Eduardo tiene cero pretensión, que los sonidos que hay son los que las canciones necesitan y ni uno más por un lado, y por otro lado las melodías son creativas, variadas, con un equilibrio muy agradable entre lo previsible y lo inesperado. Es fantástico cómo es una canción que se siente nocturna. Ta, yo le sé la historia, pero aunque no se la supiera, sería una canción nocturna. En este tema tocan Gerardo Alonso (bajo, guitarras, sinte, percu), Gonzalo Gravina (Rhodes) y Daniel Legazcue (batería).

Bueno, esta fue mi primera escucha de este disco precioso. Un disco con alma, un disco bello y amoroso, hecho con cuidado total, con composiciones que transmiten cosas reales, profundas, verdaderas. Canciones que por suerte tenemos ahora todos para poder resonar con ellas y al vivirlas, permitirnos volvernos más amorosos, más tiernos, más cuidadosos.

La foto de la tapa es de Carolina Filluelo.

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