Los conciertos como templos

Hola, hola. ¿Me permiten compartir con ustedes lo que me fascina (últimamente) de los conciertos?

Como en todo acontecimiento humano, la experiencia concierto sucede en al menos tres planos: físico y energético, mental y emocional.

En el plano físico la música tiene un efecto muy perceptible: nuestro cuerpo se vuelve una caja de resonancia que recibe las vibraciones que llegan del escenario y vibramos en la misma frecuencia. Según el caso, también a veces sumamos armónicos propios a ese mar de frecuencias. Ese aumento llega a ser tan fuerte que en ocasiones perdemos totalmente la conciencia de nuestra piel o huesos, y nos sentimos flotar.

En el plano mental sucede una convergencia poderosísima de atención. Las decenas, cientos o miles de personas escuchando juntas una misma canción focalizan su mente en un trozo idéntico o muy cercano del continuum de pensamientos posibles. Y, entre las tantas posibilidades, existe también esa chance divina de que por un lapso determinado toda la audiencia deje de pensar, que esté completamente atenta a una frase sonora o a una cualidad de sonido específico y los pensamientos se detengan.

Por último pero para nada menor, en el plano emocional lo que emana del escenario va descorriendo cortinas, abriendo y cerrando ventanas, iluminando y oscureciendo zonas superficiales y profundas, generando conexiones previamente olvidadas o inclusive completamente nuevas. En los conciertos se da un acercamiento emocional común hacia un mismo punto. Por ese tiempo y en ese espacio todos estamos unidos en emoción y sentimos que el mundo está en perfecto orden. Los problemas individuales o colectivos o desaparecen o toman una relevancia primordial, según la propuesta del músico. Se da una conjunción de sentires que en términos físicos nos lleva otra vez a lo vibratorio, a lo energético.

Es así que encuentro una decisión verdaderamente importante a qué música exponerse y de cual abstenerse.

Es así que a la hora de comprar una entrada, yo evalúo que estoy anotándome para un retiro espiritual.

Es así que cada uno de los músicos con los que quiero invertir tamaña movilización se vuelve un líder espiritual y el facilitador de un espacio-tiempo que solo puedo comparar con un templo.

En fin… era eso que quería contarles.

 

PS: Si tienen ganas, fíjense cómo cada aplauso fuerte les sacude la sintonía en la que entraron con la canción.

 

 

Entrevista a una tipa que conozco

imagen109

 

Entrevistadora (E): Bienvenida a este espacio compartido. Esperemos disfrutarlo ambas.

Patricia: Ojalá… tengo mis dudas pero ya se verá.

E: Te sigo bastante y me intrigan algunos aspectos de tu viaje. ¿Puedo preguntarte con libertad?

Patricia: Sí. Bueno, más que con libertad con cautela. Pero, vamos, confío.

E: ¿Alguna vez oíste el dicho “la confianza mata al gato”?

Patricia: Uhhh. Dale, preguntame y no des más vueltas.

E: Mientras te estudiaba para armar la entrevista hice una lista de tus áreas de interés y acción y me encontré con un caleidoscopio: secretaria, traductora, bloguera musical, cronista de toques musicales, entrevistadora, coach, reikista y moderadora de grupos de meditación y visualización. Me admitirás que es un poco raro.

Patricia: ¿Y cuál es tu pregunta? [¿Dónde aprendió a entrevistar esta mujer?]

E: ¿Quién sos?

Patricia: Ah, bueno. Dudo que la respuesta te satisfaga. Quien soy no tiene relación ninguna con mis actividades. Mis actividades responden a circunstancias y a intereses que también son circunstanciales.

E: No sé si te entiendo.

Patricia: Por ejemplo, llegué a estudiar secretariado ejecutivo porque a los dieciséis años quería dedicarme a tocar la batería. Lógico, ¿cierto? Lo único que me atraía en ese momento era tocar la batería pero para mis padres eso no pronosticaba un futuro seguro económicamente y me inscribieron en un curso de secretariado. Y lo hice lo mejor que pude, entre otras cosas para independizarme de mis padres, cosa que hice enseguida. Luego seguí trabajando de secretaria porque a mí también me picó el bichito de la seguridad económica. Y debo decir que me gustó. Viví infinidad de experiencias maravillosas gracias a esos trabajos. Pero volviendo a tu pregunta, hoy siento que soy (fijate que no te digo “creo”, porque ya no creo nada) una parte de la conciencia universal que se muestra a los ojos como un cuerpo sólido, actualmente bastante rechoncho, pero que no lo es. En verdad soy un vacío que vibra con una frecuencia muy placentera. Eso soy. Tan poco y tanto a la vez. Y te tengo una noticia: vos sos lo mismo.

E:  No, no te pases de lista. Yo no soy más que una invención de tu cerebro.

Patricia: Touché. Por un momento lo había olvidado.

E: Volviendo a tus actividades, ¿qué te cuelga tanto del inglés?

Patricia: La realidad es que aprendí francés…

E: Te pregunté por el inglés.

Patricia: No interrumpas. Se nota que no sos Coach, de lo contrario lo sabrías. Aprendí francés para comunicarme con un tío abuelo, que conocí cuando tenía siete años y vivía en USA. Para mejorar mis cartas fui perfeccionándolo, hasta que llegué a escribirlo como el español. Hace muchos años ya; ahora lo tengo completamente olvidado. Un día me dijo que a él el francés le costaba un poco, que en verdad escribía más cómodo en inglés. Coincidió con que en el liceo me hicieron aprender inglés, así que estudié mucho para poder escribirle en su lengua lo más pronto posible. Y en el año 1990 me di cuenta que su lengua nativa era el alemán y quise aprenderlo para escribirle en su idioma, pero eso ya era más difícil. Llegué a escribirle un par de cartitas simples pero nada más. Hoy en día ese ser que ya no está en este plano tridimensional es uno de los seres de luz que me acompañan. Me hace muy feliz que sigamos en contacto. Lo genial es que ahora él entiende español.

Lo otro que me engancha del inglés es que encuentro mucho material de las cosas que me importan en ese idioma. Te aclaro, aunque ya lo sabrás, que no estudié traductorado. Los trabajos de traducción empezaron a venir en 1990, creo, y nunca pararon. Mi cuelgue con la traducción es más que nada el poder transmitir en otro idioma la misma intención que percibo del escritor original.

E: ¿Y los blogs? ¿Qué papel juegan en tu vida?

Patricia: Buena pregunta. Creo que su papel principal es hacerme perder la mayor cantidad posible de tiempo. Por suerte los vengo atendiendo con más discernimiento, aunque acabo de comprometerme a algo que puede ser una tarea titánica, relacionada con el Club de Bateristas del Uruguay: compilar y publicar fotos y una breve biografía de todos los bateristas profesionales uruguayos. Eso va a implicar bastante trabajo pero me ilusiona que haya un lugar donde quede un registro de todos esos seres bellísimos que tiene nuestro país. Porque los bateristas son lo más.

E: ¿Cuántos blogs tenés o atendés?

Patricia: A veces pierdo la cuenta. Atresillado es mi blog más permanente. Ahí hago catarsis relacionada con la música. Pero es un blog descartable, en el sentido de que no tiene ningún valor más que para mí. Sustituye el café o la pizza que compartía con amigos después de un toque musical cuando era más joven. Ahora no tengo eso y entonces vuelvo de un toque y me siento a escribir. También me faltan los amigos con los que comentábamos discos… y entonces escribo. Es catártico. Y cada poco tiempo me avergüenzo de muchas cosas que escribí y me tienta borrarlas, pero por ahora están ahí.

E: ¿Y las entrevistas? ¿Por qué y para qué las hacés?

Patricia: El porqué es maravilloso. Es de esas sorpresotas que me iré de esta vida agradeciendo. Venía Pedro Aznar a tocar a Montevideo y a Federico Meneses de Cooltivarte se le ocurrió que yo lo entrevistara. Cualquiera en su sano juicio, teniendo en cuenta mi cero experiencia en entrevistas, hubiese rechazado la propuesta pero sucedía que yo venía soñando charlas interesantísimas con Aznar y luego del último sueño, poquito antes de la propuesta de Federico, me desperté pensando: “No sé cómo pero a este ser me lo encontraré personalmente”. Entonces, ante la propuesta, pensé: “Claro, así es que lo voy a conocer”, y por eso no dudé en aceptar.

Bueno… después seguí entrevistando. Hasta el momento llevo unas diecisiete, creo. Lo que me mueve a hacerlas, el para qué, es saciar una curiosidad muy fuerte acerca del proceso creativo y acerca de la experiencia personal del músico en el escenario y durante su composición. Me parece que tiene algo de relación con que los discos o conciertos que me gustan mucho transforman mi realidad y entonces me intriga qué sucede con el que crea eso.

E: ¿Y lo vas encontrando?

Patricia: Pah, una locura. Mucho, mucho. Después de cada entrevista quedo en un estado de excitación importante… y es cien por ciento por los descubrimientos que hay en cada una. Algunos están entre líneas, otros ni siquiera los puedo escribir, pero son una fuente de magia, te lo aseguro. Y me han pasado cosas muy locas, que prefiero no detallar ahora.

E: Últimamente se te nota muy entusiasmada con el Coaching y el Reiki, y las meditaciones y visualizaciones. ¿Qué te pasa con eso?

Patricia: En verdad toda la vida sentí mucha curiosidad por conocerme lo más posible, por mejorar lo mejorable en mí y también por lo no visible de la realidad. El punto de partida de esa curiosidad fueron mis sueños premonitorios, que más que nada tuvieron lugar en mi adolescencia. Era algo insólito. Soñaba cosas con lujo de detalles y pasaban idénticas al día siguiente. Pero te hablo de conversaciones completas que se repetían tal cual, cosas así. Ahí quedaba claro que había cosas que existían más allá de la razón. Eso hizo que yo siempre estuviera abierta a creer cosas nuevas, aunque con previa experimentación. No soy crédula, más bien soy escéptica. Sin embargo soy curiosa y cuando algo me resuena un poco, salgo a probarlo y ver qué tal. Así fue que llegué en forma autodidacta a visualizar, a armar grupos de visualización y a sorprenderme gratamente con los resultados. Esto fue allá por 2007-2008, creo. Luego indagué en la meditación y enseguida encontré grandes beneficios. Y se comenzó a dar de compartir esos intereses con mis amigos, pero nunca imaginé dedicarme a eso todo el día.

En abril de 2013 me inicio por primera vez en Reiki y ahí es donde encuentro una conexión hermosa entre lo tridimensional y lo etéreo, lo no visible, lo que habita en otras dimensiones. La experiencia más impactante fue oír un coro de seres de luz cantando a la vez que yo mantralizaba los mantras de Karuna Ki. Eso fue de las experiencias más bellas que he vivido.

En 2015 resuelvo estudiar Coaching, sin saber muy bien en qué me metía. A medida que fui avanzando por ese año y medio de formación encontré que el Coaching tenía una relación muy estrecha con todas mis indagaciones personales anteriores. Además es cien por ciento práctico, que es algo que va conmigo. Y claro que me apasionó. Bueno, no sé si todos entenderán “práctico” como yo. Para mí algo es práctico cuando es aplicable a la vida. Puede ser muy abstracto o muy interno pero ser aplicable. A eso me refiero.

Sobre el final del año pasado recibí la iniciación como Instructora de Reiki y se terminó mi relación laboral de los últimos siete años.

E: ¿Entonces estás en problemas? Qué raro, porque parecés una tipa bastante feliz.

Patricia: Serás atrevida… Igual me generás cierta simpatía, no sé por qué. Por ahora no estoy en problemas y esperemos no llegar a estarlo. Estoy poniendo todo de mí para que la gente se acerque y poder ofrecerle las herramientas que yo encuentro son de mayor utilidad para conocerse mejor y para sentirse mejor. Asombrosamente, porque nada fue planificado, las disciplinas en las que me formé son todas complementarias. Inclusive mi experiencia como secretaria resulta de colaboración cuando se acerca un coachee con objetivos relativos a la organización o de otra índole laboral.

E: ¿Qué quiere decir ser Instructora de Reiki?

Patricia: Que estoy habilitada para iniciar gente en los tres niveles de Reiki. Es un deseo muy profundo el poder colaborar con que cada vez haya más gente canalizando energía amorosa, energía sanadora, energía universal. Estoy convencida de que cuando sea mucha la gente que se pase Reiki a sí misma todos los días, todo va a mejorar. Eso ya se consigue con el nivel uno de Reiki. Con el nivel dos de Reiki se puede enviar a distancia y al nivel tres hay que llegar cuando verdaderamente se desea iniciar a otros. Eso llega o no llega. Depende de cada uno.

E: Vi por ahí que le pasás Reiki al dinero…

Patricia: Ja. Esa es una práctica que empecé hace un tiempo, luego la abandoné -más que nada por priorizar otros asuntos- y ahora retomé. En mi página web (patriciaschiavone.com) explico bien cómo es.

E: ¿Eso fue un chivo?

Patricia: Fue un intento de aprovechar recursos para no contar todo de nuevo. Pero tomalo como quieras. Te decía, se trata de cambiarle la energía a los billetes y monedas que pasan por mis manos, para que cuando sigan su camino a través de los cientos o miles de personas que los recibirán en el futuro, lleven una energía amorosa que sintonice con la abundancia. También me gustaría que mucha más gente lo hiciera.

E: Una última pregunta. Estás ofreciendo grupos de meditación y de visualización. ¿Cuál es la diferencia?

Patricia: Son viajes similares pero diferentes. La meditación busca aquietar los pensamientos, disminuirlos hasta reducirlos a cero, estar realmente presente y desde ahí experimentar la no dualidad. Según mi experiencia, esto se logra focalizando en una sensación, básicamente. La visualización, en cambio, mantiene una idea, aquello que se desea obtener, y se complementa con una sensación y con una actitud particular. Ya te digo, tienen varios puntos en común pero son prácticas diferentes. Lo ideal es que quien va a visualizar tenga alguna experiencia previa en meditación, aunque en mi caso comencé visualizando para luego llegar a la meditación. Todo es relativo y muy personal.

E: ¿Y los talleres de Ho’oponopono?

Patricia: Entonces la anterior era penúltima pregunta… Dejémosla pasar. Mirá, aprender a usar la herramienta o técnica de Ho’oponopono es verdaderamente importante para todos nosotros. Se trata de elegir perdonar para sentirse en paz. Y se hace de una forma que resulta sencilla, que no requiere de demasiado tiempo y que puede llegar a asombrarte enormemente con sus efectos. ¿Quién no tiene algún conflicto que resolver? Yo he tenido experiencias muy potentes con esto y siento que es casi una obligación pasarlo a más y más gente.

E: ¿Funciona solo diciendo las cuatro palabras?

Patricia: No, no. Pero mirá, hay muchas experiencias diferentes y a algunas personas les puede funcionar solo diciendo las palabras. Lo que yo te cuento es cómo lo vivo yo. Para mí este trabajo pasa por el corazón y por una actitud que incluye la voluntad, la comprensión y el amor. Si querés saber más, te invito a que vengas a un taller, porque es de esas cosas que se transmiten mucho mejor haciéndolas que contándolas.

E: Me queda una intriga más. ¿No tenés problemas? ¿Se podría decir que sos feliz?

Patricia: Jajajá. Cuánta ingenuidad junta. Tengo problemas y de lo más variados. Este es probablemente el momento de mi vida en el que tengo más problemas, o problemas más serios. Pero ¿sabés qué? Los vivo desde un lugar que podría llegar a llamarse “feliz”. Es un lugar de aceptación y de confianza. También sucede que le veo la función a cada problema. Cada cosa que no queremos nos refuerza lo que sí queremos y está en nosotros dejarnos llevar por la corriente de lo que no queremos o utilizarlo para reforzar la experiencia de lo que sí deseamos.

E: Muchas gracias por esta charla. Fuiste bastante amable.

Patricia: Lo mismo digo. Pensé que ibas a ser más fastidiosa, pero fue llevadero.

Deseos para el año que sea

Mi primer deseo para todos es que no vayamos, por nada del mundo, a dejar de soñar.

The Boss lo dice precioso:

*

Mi segundo deseo es que todos podamos decirles a tiempo a nuestros seres queridos que los amamos.

*

En tercer lugar, que este año podamos darnos el gustazo de escuchar buena música en vivo, cada uno en la ciudad en la que vive. En el sur del sur, en particular, no nos molestaría volver a tener visitantes  como estos:

Mike Stern & Cia.

[Al parecer viene McLaughlin & the 4th Dimension en abril, lo cual es muy emocionante].

*

En cuarto lugar, que sea un año lleno de creatividad y buena onda. Creatividad a nivel de toda la humanidad para que encontremos maneras de cuidar mejor a nuestro planeta y creatividad a nivel individual para hacer de la vida de cada uno la mejor obra de arte posible, ayudando de paso a otros a ser un poco o mucho más felices.

M. Ibarburu creando sonidos que crean felicidad

*

También deseo para mí y para todos que podamos valorar lo bueno que nos rodea aquí y ahora.

David Steindl-Rast: Stop – Look – Go

*

Que cada uno de nosotros sea el mejor alumno de su vida, que podamos observarnos con honestidad y vivamos realmente cada instante tal como es… que dejemos de huir de nuestra vida.

*

Que por fin tomemos conciencia de la unidad,de que somos uno con todo y todos lo/s que nos rodean.

Video – Mirarse a los ojos

*

Que nos hagamos las preguntas necesarias para encontrar las respuestas que tanto buscamos. Y que encontremos ese rato cada día para calmar la mente.

Practical Tips On Meditation

*

Y, por supuesto, que siga habiendo infinita poesía y música que nos haga vibrar y nos ayude a conectar con ese algo superior que sin duda está ahí nomás, y que se alcanza mucho más fácil si hay unas notas o palabras hermosas de por medio (y seres extraterrestres que las emitan).

Nube – Pedro Aznar

poema pa

*

Para tener un año feliz, solo se trata de tener un día feliz por vez, arrancando hoy mismo.

*

Me despido con este texto de Wayne Dyer, que él escribió el 1/1/2015. Lo tomé de su sitio en Fb y lo traduje por si acaso.

Hoy es el comienzo del Nuevo Año. Así que probablemente estés preparando tu lista de lo que te gustaría lograr en el 2015. Bueno, me gustaría pedirte que te olvidaras de plantearte esos propósitos. Olvídate de decidir en el primer día de enero cómo vas a estar llevando adelante tu vida en setiembre, unos nueve meses más tarde. Cualquier propósito que tenga que ver con decisiones acerca de comportamientos futuros es una pérdida de tiempo. También refuerza la noción de vivir en el futuro, que es frustrante.

Para 2015, ¿no preferirías vivir en el momento presente?

Este día que estás viviendo ahora es el único día que tienes. Punto. Puedes proponerte estar súper delgada para el próximo mes de julio, o dejar de fumar el mes próximo, o escribir ese libro que has querido escribir, o embarcarte a fin de año en un plan de ejercicios que hace tiempo tenías planeado. Puedes ponerte propósitos hasta el día que el cielo se nos desplome sobre nuestras cabezas y sin embargo, tendrás que vivir tu vida igual que todos los demás en este planeta: un día por vez.

Únicamente puedes vivir minuto a minuto. Ciertamente puedes usar tus momentos presentes para pensar acerca de lo que vas a hacer en el futuro pero eso no cambia el hecho de que solo puedes vivir en el ahora. La pregunta que es importante que te hagas es:

¿Cómo voy a vivir en el momento presente este año?

¿Voy a desperdiciar estos momentos revisando cómo me comporté antes? ¿Voy a desperdiciar estos momentos revisando cómo me gustaría comportarme en el futuro en lugar de proponerme vivir cada día al máximo?

El año nuevo es un buen momento para comenzar un plan así que puedes hacer algunos cambios y ayudar a vivir tu vida al máximo. Fíjate si puedes practicar pensar diferente. Decide muy específicamente qué es lo que te gustaría cambiar acerca de ti mismo en 2015. Si tienes algún objetivo en mente, promete trabajar en ellos día tras días en lugar de transformarlos en un proyecto de un año de duración.

Cuando te pones objetivos diarios puedes comenzar a vivir de este modo para el resto de la vida. Recuerda este pequeño consejo, que te ayudará mucho si lo puedes incorporar a tu vida: Cuando pasas un día entero sin comer azúcar (o sin fumar, o siendo asertivo, o cualquier otro comportamiento nuevo), al final del día eres una persona completamente diferente. Lo que debes aprender a hacer es dejar que esa persona completamente diferente decida acerca del segundo día, si lo quiere hacer de nuevo en este nuevo día, en lugar de dejar que la misma persona antigua decida que qué sentido tiene, si en un par de días será difícil. Siempre deja que sea el nuevo tú el que tome la decisión, y entonces estarás viviendo tus momentos presentes.

Recuerda: tú tienes el control de todos tus pensamientos en tu cabeza. Cuando estás usando tus momentos presentes para preocuparte sobre el futuro, o constantemente revisando el pasado para llegar a la conclusión de cómo deberías haber hecho las cosas de manera diferente, o contemplando el desastre, recuérdate a ti mismo que estás desperdiciando este momento presente en particular.

Practica a cancelar los pensamientos negativos durante unos minutos cada vez. Prométete disfrutar los próximos cinco minutos sin importar lo que haya sucedido antes o lo que piensas que está por pasar. Recuérdate a ti mismo la tontería que es desperdiciar tus momentos presentes en una actividad mental que tiene el foco exclusivamente en tu pasado o en el futuro que imaginas. Todos tus pensamientos acerca de lo que deberías haber hecho, o sobre lo terribles que fueron las cosas en el pasado, no cambiará ni en un ápice al pasado.

Cuando celebres este nuevo año y cada preciado momento presente, ten en cuenta estos 10 recordatorios que te ayudaran a vivir en el ahora:

1. Recuerda que los hábitos se cambian con la práctica del nuevo comportamiento. Al practicar pensar de modo diferente cada cinco minutos, pronto comenzarás a ser un maestro en el arte de vivir en el momento presente.
2. Haz una evaluación honesta de tus “problemas”. Es muy probable que descubras que casi todos tus problemas en realidad están en tu cabeza y no localizados en la realidad.
3. Tómate tiempo para estar consciente de todo lo que te rodea. Comienza por mirar alrededor tuyo desde una nueva perspectiva. Observa cada detalle de cada rostro, cada edificio, cada objeto. Si haces esto con suficiente frecuencia, se volverá un hábito que te facilitará el estar vivo en cada momento del año.
4. Cambia tu actitud. Comienza un plan de re-desarrollo de actitud. Eso significa que practiques disfrutar todo lo que haces.
5. Sé específico acerca de lo que quieres y emprende acción. Decide una cosa sobre la que te gustaría trabajar y hazlo hoy. Trabaja en ello diariamente, en lugar de hacerlo un objetivo a largo plazo.
6. Créate una agenda de desarrollo personal propia. Pon en tu agenda todas las actividades que siempre has pensado hacer pero que nunca has tenido tiempo para hacer. Hazlas ahora.
7. Libérate de las tareas mundanas que no son tan importantes. Pasa más tiempo haciendo de tu vida un placer.
8. Elimina la procrastinación como estilo de vida. En lugar de hablarte a ti mismo sobre lo que vas a hacer la semana que viene, o incluso mañana, usa este tiempo para empezar una nueva tarea.
9. No le des el control de tu vida a los demás. No puedes disfrutar el momento presente si estás ocupado tratando de caerle bien a todos los demás. La gente te respeta más cuando operas desde una posición de fuerza y autoconfianza.
10. Siéntete bien contigo mismo. Eres un ser humano magnífico. Siempre siéntete bien sobre ese yo con el que siempre estás.

Para 2015, como ya lo he hecho varios otros años, yo prometo estar completamente vivo y ver al mundo como Walt Whitman lo describió muchos años atrás: “Para mí… cada centímetro cúbico de espacio es un milagro”. Realmente creo eso.

Te deseo un año nuevo lleno de muchos milagros. Que vivas una vida larga y productiva, un momento presente por vez.

Amor,
YO SOY,
Dr. Wayne W. Dyer

El sentido del oído

Por vueltas (sic) que da la vida estuve unos días sin poder y, para mi asombro, sin querer escuchar música. Muchas vueltas dio la vida estos días… muchas, literalmente.

Por causas no del todo claras sufrí una crisis de vértigo. La palabra crisis, al menos para los optimistas, trae aparejada la sensación de brevedad pero esta no lo fue tanto. Hubo días eternos con los que la subjetividad del tiempo me quedó clarísima. Durante ese período me impresionó cómo se vive la pérdida del disfrute de la música y lo traigo acá con el único objetivo de que tomen conciencia de la bendición que tienen a ambos lados de sus cabezas y de cómo no serían los mismos sin su sentido del oído.

Los primeros cuatro días ni siquiera podía ocurrírseme pararme, mucho menos ir a poner música. Pero a medida que los mareos y náuseas fueron espaciándose, quise aventurarme al mundo sonoro. Fue entonces que descubrí una realidad aterradora, completamente nueva para mí: por el oído izquierdo entraban apenas algunas frecuencias sonoras–las más agudas–y cada poco ingresaban una especie de chillidos mezclados con pitidos que me hacían sentir tremendamente incómoda. De alguna manera contribuían a la sensación de inestabilidad e incomodidad espacial.

Hoy es el primer día en varios (tres semanas y algo) que oigo algo mejor, al menos hasta el nivel en que pude disfrutar de un par de discos. Me nace un agradecimiento profundo, pues si bien no era muy probable, existía un riesgo de haber perdido la audición izquierda para siempre. Al principio pensé: «bueno, tengo dos oídos», pero no… los dos hacen un trabajo conjunto absolutamente incomparable al trabajo de uno solo.

Una ironía es que hace ya meses que estoy con un solo parlante funcionando en mi equipo de música. El otro sufrió una caída espectacular y mortal. Me sospecho que pronto iré a comprar dos parlantes iguales y que el mundo se transformará en un paraíso sin igual.

Sigo oyendo menos del lado izquierdo pero lo suficiente como para que haya regresado la percepción ampliada por ondas, y junto con ella algunos anhelos que están indisolublemente unidos. La vida sin música no tiene comparación. No es que sea mala, vamos, porque es cierto que me ocupé de otros asuntos y tuvo lo suyo, pero hay toda una dimensión sensorial y extrasensorial que sin música se esconde en vericuetos inaccesibles.

No es difícil imaginar que lo mismo sucede cuando falta cualquiera de los otros sentidos, así que la invitación al agradecimiento y a la conciencia la extiendo a todos los sentidos, a todas nuestras capacidades, a todos nuestros disfrutes, a cada uno de esos instantes placenteros que tenemos la bendición de tener.

 

Silencio

– Ayer escuché una explicación de Vinnie Colaiuta de por qué la batería de Seven Days es como es (en 5, pero acentuando en 4): porque Sting había querido que la gente sintiera una pausa.

– Hace no demasiado tiempo un amigo mío, un amigo de verdad, de esos que nos han acompañado muchos años y que siempre han estado al firme cuando los necesitamos, me contó que había viajado al lado de Peter Erskine y que entre otras cosas Peter Erskine le había dicho que muy importante en la música era el manejo de los silencios.

– Anoche fui a ver un buen show de música (un compositor, Erik Couts, tocando sus propias canciones y acompañado por Naty Giachino en el cajón). Los temas me gustaron mucho y disfruté del espectáculo, notando especialmente que Naty maneja muy bien los silencios. En el entretiempo entre las dos partes del show, el local puso otra música. Esa otra música me sorprendió para bien, porque justo la conocía y nunca la había escuchado en Uruguay hasta anoche. Y como las casualidades existen, quien me regaló ese disco es el mismo amigo que mencioné en el párrafo de arriba. A pesar de la feliz coincidencia algo me rechinaba. Pensé que era que la música elegida tenía puntos de contacto con la música del show y yo hubiese preferido algo diferente. Pero no era eso. Hoy me di cuenta que hubiese preferido silencio. Un silencio que me permitiera seguir sintiendo las canciones de la primera parte y estar en sintonía para la segunda. Sin embargo, no se estila dejar un boliche en completo silencio.

– Cuando nos encontramos con alguna persona en algún lugar, la mayoría de las veces impedimos el silencio, porque estar en silencio nos resulta incómodo.

Estas ideas de arriba -que a primera vista parecen sueltas y sin conexión- me han hecho hurgar en las profundidades de mis necesidades y descubrir que estoy necesitando silencio. Silencio de sonidos por un lado, quizás, pero más que nada ponerle un «estate quieto» al barullo que me rodea, conformado de elementos externos e internos. El barullo más ruidoso externo que sufro hoy proviene de Facebook. Cada cosa que alguien postea y que yo veo me genera un pensamiento, una opinión, una reacción. A lo largo del día el resultado es un exceso que es innecesario y me hace daño. Incluso cuando las ideas son positivas y me inspiran emociones constructivas.

Quizás logre estar en silencio más seguido a partir de hoy. Al menos lo intentaré.

. . .

Los serpenteantes caminos hacia Atresillado

Creo que amerita compartir algunas de las búsquedas a través de las cuales Atresillado ha recibido visitantes en los últimos 4 meses, provenientes de los servidores como Google, Yahoo, etc.

Hice varios arreglos ortográficos, con algunas excepciones  🙂

«Carmen Pi», «Martín Ibarburu» y «Kind of Blue» son por lejos las búsquedas que más lectores han acercado.

Algunas búsquedas son netamente musicales, como:

En qué tono está la versión de Jaco Pastorius de Blackbird

Kind of Blue es mejor la versión mono o estéreo

Otras son un poco básicas:

Qué es saxophone

Bateristas fenomenales

Me gusta la batería

Con estas me pregunto qué esperaba encontrar el que buscaba:

Temas inspiradores

Fotos vida injusta de los bateros

Toca facil.com, como bryan adams

Escuchar a bateristas

Personas importantes que tocan saxofon

Cantante que con su timbre de voz hace llorar al espectador

La canción más linda de Spinetta

Instrumentos que sus sonidos desagradan

Canciones que escucharías en un momento decisivo de tu vida

Estas son grandiosas:

Me emociona más una pintura que un hombre

En una sala cómo sé yo cuáles son los puntos cardinales (lo surrealista es que la respuesta que haya recibido esta persona haya sido el disco de Carmen Pi!)

Por qué Spinetta cantaba sentado

No te olvides que lo nuestro es decorativo, Emilio (Esta frase dicha así como búsqueda me ha hecho reír mucho… pero claro, es una frase dicha por Spinetta, y se ve que el que buscaba, la recordaba).

Ser hombre y escuchar a Bryan Adams (ja ja ja ja ja)

dys armado sillones tapizados (sic) (me temo que esta persona no encontró la respuesta a su pregunta en mi blog)

marselis la loca (¡!)

youtubehacer gorro de punto (¿?)

enamorarse+de+pedro+aznar (oh!)

Transcripción del solo de Mile Devis (sic) en all blues (¿de verdad esta persona buscaba la transcripción del solo y no sabía cómo se escribía su nombre?)

Quiero cortarme el pelo como Cindy Lauper

Tresillo de vinnie colaiuta (!?)

Dueños de willie jones joyerías de medellín (ah, ta…)

Estas me pusieron especialmente contenta. Está bueno que haya gente que busque sentirse bien.

calendariofeliz (sic)

calendario de cosas positivas

Jeje… qué loco todo. Pero me imagino que otros blogueros tendrán perlitas aún más sorprendentes para compartir. Al fin de cuentas, hace apenas 3 ó 4 meses que le di el ok a WP para listar a Atresillado en los servidores de búsqueda.

Salud!
(Uy, con esta última palabra, ¿estaré atrayendo gente enferma? ¿O gente que quiera comprar copas de cristal?)

¿Para qué la música?

 

En mi vida la música existe para:

  • cuando las palabras no son suficientes
  • cuando las palabras no son necesarias
  • trasladarme en tiempo y espacio a otros lugares, situaciones y sensaciones (conocidas y desconocidas)
  • desintonizarme de sintonías no deseadas
  • sintonizarme a la vez con la tierra y con el cielo

De niña viví en el campo, en una casa que tenía grandes ventanas en cada habitación. De la de mi cuarto se veía un sauce enorme al que yo vivía trepada, detrás la vía del tren y más allá toda la cadena de la Sierra de las Ánimas. De la cocina se veía el cerro mayor de la Sierra de las Ánimas y encima de este un cielo impresionantemente colorido en cada atardecer. Del living se veía el Cerro Pan de Azúcar… mucho antes de que tuviera una antena gigante civilizándolo. Y de la otra ventana del living la luna llena más enorme que recuerdo haber visto.

Cuando vivía ahí escuchaba música, sí, pero mi relación con la música era muy superficial. Sin embargo, cuando por decisión familiar nos mudamos a Montevideo y quedaron atrás las golondrinas que volvían cada año al mismo nido, las heladas invernales que no permitían que encendiera el auto que me llevaba a la escuela, las granizadas alucinantes y mis patos adorados… los cien mil atardeceres todos diferentes uno de otro, el olor diferenciado y particular de cada estación, y los millones de estrellas que me tiraba en el pasto a mirar cada noche de verano, la música se volvió realmente importante.

Y no fue hasta 1988 que me di cuenta que la música estaba cumpliendo muchos roles esenciales y, sobre todo, el ponerme en contacto, llevarme a un estado de conexión conmigo misma y con el universo que en la selva de cemento se volvía difícil.

La misma sensación de éxtasis que tengo cuando escucho hoy a E.S.T. la sentía cuando me quedaba rato largo mirando y escuchando correr el agua del arroyo.

La misma sensación de paz que tengo cuando escucho a Eva Cassidy la sentía cuando percibía el movimiento terrestre en el cielo estrellado.

La misma sensación de admiración excitada que me viene con el Acústico MTV de Lenine, la sentía cuando aparecía un arcoiris después de horas de lluvia.

Cuando escucho algunos discos de Pat Metheny, veo atardeceres naranjas, rojos y dorados… o nubes enormes que anuncian viento.

Cuando escucho Saxophone Colossus de Sonny Rollins, por alguna razón me acuerdo del temblor de las vías del tren anunciando que aquella mole estaba todavía lejos pero se acercaba.

Una vez alguien llegó a casa con un par de binoculares muy potentes. La luna estaba llena y naranja. Yo intentaba atrapar bichitos de luz cuando mi padre me dijo que me acercara a mirar. El susto fue machazo. Porque delante de mis ojos, como a medio metro de distancia, no más, había un cráter. Me dio miedo de caerme. Quién sabe cómo, sentí que estaba flotando sobre la luna. Esa misma impresión a veces me la trae a la piel Secret Story de Pat Metheny.

Y no es que tenga una imagen de mi niñez para cada música… no. Pero sí cada música me conecta conmigo misma de una forma especial.

Hay discos más «teletransportadores» que otros, pero «My Song» y «Köln Concert» se llevan el premio mayor en mi caso.

Dime, si quieres. En tu caso, ¿para qué la música?

 

Hallazgo de tesoro

Hola, amigos queridos.

En esta limpieza obligada de mi hogar han aparecido objetos que no recordaba y que hoy me han emocionado hasta el tuétano.

Pretendo escanearlos y subirlos en algún momento, pero por ahora simplemente les cuento.

Para Pepe: Encontré el programa del concierto de Paco de Lucía que vi en el Teatro Solís. Martes 6 de diciembre de 1988.
Lo que me dejó de una pieza fue descubrir que vi a Carles Benavent en vivo y por supuesto no lo registré como especial en su momento. Carles Benavent pasó a ser especial para mí después de conocerte a ti, Pepe.

Los músicos de esa noche fueron:

Ramón de Algeciras – Gtr
Pepe de Lucía – Gtr y voz
José Fernández Carmona – Bailaor
Carles Benavent – Bajo
Jorge Pardo – Vientos
Ruben Dantas – Perc.

El programa de Allan Holdsworth. Lamentablemente casi ningún programa y absolutamente ninguna entrada tiene escrito el año. Fue un 13 de abril a las 21:30 hrs… pero quién sabe el año.

Me impresionó que el baterista era nada más ni nada menos que Gary Husband… ¿Yo no me habré dado cuenta del batero genio que estaba viendo? Es lo más probable…
Además de Gary, tocaron Steve Hunt en teclados y Svell Sverisson en bajo. Asistente de sonido: Paio Robles.

Encontré varios programas más de varias toques y varias entradas a conciertos que no me pasaron desapercibidos: Paul Simon en el Centenario, Sting en Buenos Aires, UB-40 -donde los espectadores casi no contamos el cuento-, etc. Nota aparte: también encontré unas fotos de Sting infartantes.

Pero la ‘rosa da rosa’, lo que más me emocionó, fue encontrar las entradas de un 13 de agosto para Pedro Aznar en el Teatro del Círculo -donde los teloneros fueron Pepe González-.

Pedro Aznar T Círculo

Y… ta ta ta taaaaaaaaan, ¡el programa de Pedro Aznar en Laskina, en el año 90…! Aquel concierto donde lo vi por primera vez y que me emocionó hasta las lágrimas de una manera absolutamente brutal. Aquel concierto que se me marcó en los huesos para siempre. Aquel concierto donde quedé embelesada tanto de él como de la mujer que cantaba con él… Y pasaron todos estos años y yo no lograba recordar el nombre de la cantante… ya ahora lo sé… iupiti. Se llamaba Suna Rocha.

Les copio el texto del programa:

Este show marca una vuelta al escenario como solista después de 2 años de haberme dedicado por entero al estudio de grabación, a la composición, y a las giras junto al Pat Metheny Group.
En todo este tiempo me he encontrado con personas, eventos artísticos y formas del canto que me han cambiado profundamente.

Entre esos ‘remolinos de la existencia’ – para usar una expresión de las que le gustan usar a ella-, el más importante artísticamente es, sin duda, Leda Valladares, sacerdotisa del canto ancestral de América, de quien tengo el honor de haber recibido, en una suerte de bautismo musical, la apertura a un universo melódico de profundidad y belleza inagotables.

Fue ella quien propuso el dúo con Suna Rocha, a quien yo ya admiraba como una de las más bellas voces de la Argentina.

Lo que se produjo al unir nuestro canto nos dejó asombrados.

Así fue que Suna me invitó a grabar ‘Madre del maíz’ para su disco ‘Madre Tierra’, y hoy ella es mi invitada de lujo en este espectáculo.

En este último año, además, he estado dedicándome a la composición de nuevas canciones para mi próximo álbum, algunas de las cuales les mostraremos hoy en calidad de pre-estreno.

Estos conciertos en Montevideo pretenden mostrar el curso de estos intentos alquímicos, cuya efectividad queda a cargo de ustedes juzgar.

Muchísimas gracias,

Pedro

Agosto de 1990.

Pedro Aznar: Voz, guitarras, bajo
Mario Parmisano: Teclados

Invitados especiales:
Suna Rocha: Voz
Julio Gordillo: Percusión

PA Laskina 1990-1

 

PA Laskina 1990-2

Qué joyitas… y lo mejor fue la sorpresa que me llevé cuando las encontré.

El aprendizaje del día de hoy: si guardo algún programa o entrada en el futuro, le escribiré el año detrás.

A ver qué les parece la combinación de estas dos voces que a mí tanto me emocionó en su momento.