Nada a cambio – CD de Jorge Rodríguez Stark

Ustedes ya saben que mi debilidad son los buenos discos de compositores bateristas. Creo ser objetiva cuando digo que los discos de calidad compuestos por ellos son especiales, tienen características (quizás sutiles) diferentes, que hacen de la experiencia de la escucha algo especial.

Ayer me regalé este disco y en el momento en que empezaba a escuchar el primer tema, empezó una cascada bestial de rayos, así que tuve que esperar hasta hoy para poder escucharlo. Mi computadora es anciana y dependo de ella, así que no puedo arriesgarme a que se queme. Hoy, domingo, amaneció super soleado y me di el gustazo de tirarme al sol a escuchar mi disco nuevo.

A pesar de que sí tenía curiosidad, no tenía idea de la perlita que me estaba esperando. Amigos atresillados, ustedes que tienen gustos parecidos a los míos, ¿qué expectativa sentirían si les dijera que los instrumentos son: batería, saxo tenor, piano y contrabajo? Ja, eso. Ya pintaba muy bien antes de darle play.

Hoy tuve la buena idea de no poner todos los temas de corrido, sino escuchar algunas veces el primero. Es algo que hago muy seguido pero esta vez fui especialmente consciente de la función que tiene eso para realmente sintonizar con la propuesta musical. En la primera escucha, se resaltan algunas cosas, en la segunda otras y recién por la cuarta o quinta es que uno «nada» en esas olas vibratorias… sospecho que la energía personal se ajuste a la propuesta energética musical.

El primer tema se llama «Viaje de ida«. Mi primera impresión a los primeros compases fue: «Bien, es un verdadero disco de jazz». Qué manía de catalogar, ¿eh? Y como la vida está plagada de enseñanzas para que vayamos dejando de lado la dualidad, al avanzar la escucha noté que este primer tema tiene un espíritu cien por ciento jazzero y a la misma vez te conecta con Brasil, con la bossa nova y quizás con el samba también. Sabemos que la gran belleza del jazz es la libertad que permite dentro su propio lenguaje y también su adaptabilidad a otros estilos, sin perder su impronta maravillosa.

Tomado como unidad completa, este primer track me generó un estado de ánimo positivo y animado pero nada superficial, una conexión alegre y madura con la existencia. Al detenerse en cada instrumento, cuando lo escuchen encontrarán capas y capas de asuntos bellos. Para no aburrirlos con la lectura, solo mencionaré que la melodía principal del tema es hermosa y el sonido y la intención del saxo tenor todo a lo largo es un mimo al corazón. Son un deleite esos apoyos con el hi-hat abierto de la melodía tocada por el saxo; fue genial la elección de sonidos de la batería, con un acompañamiento más que nada grave, con los cuerpos, como para permitir resaltar al saxo y con algunos detalles agudos con el aro del tambor y el charleston; y me resultó una delicadeza total el fill con los cuerpos graves antes de la entrada de la melodía. El solo de piano es una clase de buen gusto, confianza y libertad. Y el contrabajo me hizo sentir como Stevie Wonder, moviendo la cabeza con los ojos cerrados de un lado para otro sin parar, con un groove sólido y delicioso. Me llamó la atención que en la mezcla el piano tiene un volumen quizás más bajo que los otros instrumentos y eso en verdad le da al tema más profundidad y también te obliga a escucharlo con más atención, lo cual termina resultando en una experiencia realzada.

La segunda pista se llama «No sos vos, soy yo» y al igual que la primera es optimista y cuidada. A mí me llevó por las mismas zonas emocionales que me lleva un disco de Sonny Rollins que amo, que se llama «Saxophone Colossus». En este tema yo sentí esa influencia: de Max Roach, de Sonny Rollins y demás. Este track me dio muchas ganas de bailar… hace pocos días fui al Hot Club y tuve la suerte gigantesca de invitar a alguien a bailar uno de los temas y que aceptara. Este tema me recordó ese momento pues también es un tema para ser bailado. No les cuento más, así les dejo espacio para la sorpresa cuando lo escuchen.

El tercer track se llama como el disco: «Nada a cambio«. Me intrigaba el título del disco hasta que leí en el material que acompaña a los temas y encontré la explicación: «crear incondicionalmente, sin esperar contrapartidas». Este tema es más introspectivo. Ya saben que yo tengo tendencia nostálgica, así que estos temas que invitan a la mirada interior siempre terminan siendo mis favoritos. Son esos que terminan y los pongo otra vez. ¡Este tiene una melodía de-li-cio-sa y unos solos súper bellos!! Aquí el saxo descolla, por su sonido y expresividad, por las divinas elecciones de notas en la improvisación y por la enorme sensibilidad. De la batería me impresionó la creatividad de las figuras de la mano derecha en el ride y la inteligencia y todas las buenas elecciones para acompañar al tema completo y a los solos de piano y bajo en particular. El solo de bajo es llamativamente expresivo, con una intención súper positiva sostenida y bella, y con un ritmo espectacular. No sé por qué este track me llevó a París. Nunca estuve en París pero es de esas ciudades que se conocen sin haber estado… y hay algo en esta composición que me lleva a caminar por un puente encima del Sena y sentarme en un cafecito en el Quartier Latin.

El cuarto tema se llama «Primera impresión» y para quienes amamos el candombe, el jazz y los solos, es una gozadera. Comienza con una intro hermosa de piano, sigue el tema en sí y luego el viaje continúa con un fantástico solo de piano. Me pareció buenísima la forma de aniticipar ese solo con las notas introductorias. Continúa con un solo de saxo (es interesante que el saxo tiende más al jazz mientras la base tiende más al candombe y queda genial). Durante este solo de Bingert hay una comunicación súper rica entre los otros instrumentos y el saxo, que finaliza dando pie al solo de batería que da fin al tema. Hasta ahora este es el momento en que el compositor batero se toma su momento para «repartir», pero lo hace con un cuidado total por la musicalidad que el tema imponía y con un recato de extensión tal que me quedé con ganas de más. Y dándole aún más unidad a la creación, el piano, que había comenzado el tema, le ofrece apoyos varios al solo de la batería. Es peculiar un tema que termine con un solo de batería, ¿eh?

El quinto tema se titula «Como cualquier hijo de vecino«. Me fascinó el festín comunicativo, tan virtuoso como musical, entre el piano, el bajo y la batería durante el solo de piano. Si bien el solo es del piano, bien se podría decir que es un solo creado por los tres instrumentos, y lo mismo sucede cuando entra el saxo y hace su propio solo. Como si Jorge supiera que nos habíamos quedado con ganas de más bata en el track anterior, aquí nos regala otro solo de batería, apoyado por el piano, bajo y saxo. Otra vez el tema termina con el solo de bata y ahora sí confirmo: esta es la fórmula para que una se quede con ganas de más. Te lo aseguro: cuando termines de escucharlo, sí o sí vas a poner de nuevo o el tema completo o el solo de batería.

Pienso que pueden querer saber que el disco fue grabado en una sola sesión, con todos los músicos tocando a la vez, y en una sola toma. Evidentemente hubo buenos ensayos, porque el resultado es tan perfecto como si hubiera habido varias tomas y demás.

Les tengo una excelente noticia: pueden escucharlo en todas las plataformas digitales en forma gratuita. Sin embargo, permítanmes recordarles que si queremos que la música siga existiendo, tenemos que contribuir con ella. Si el disco les gusta a ustedes también, sean amables y cómprenlo. Creo que Bandcamp es el sitio más conveniente para los músicos en este sentido, pues las comisiones son menores que otras.

Luar – de Alejandro Pacello

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Músicos:

Martín Cruz – batería

Andrés Pigatto – contrabajo

Nacho Correa – bajo eléctrico

Alejandro Pacello – guitarra clásica y guitarras eléctricas

Todos los temas son de autoría de Alejandro Pacello excepto Jazz Sonatina compuesto por Dusan Bogdanovic y arreglado para guitarra, contrabajo y batería (mov. I y III) por Alejandro Pacello.

Mi experiencia de escuchar a Alejandro Pacello fue por varios años básicamente en el Hot Club, donde generalmente se sube al escenario con toda la polenta del mundo y mete muchas notas con una energía envidiable, recordándome un poco a Allan Holdsworth (aunque hace poco mencionó que si bien Holdsworth le gusta, John McLaughlin es su mayor inspiración). También tuve la oportunidad de verlo en un trío con Álvaro Pacello y Martín Cruz, en un estilo bastante parecido al que yo le conocía del Hot Club. En solo una oportunidad lo escuché acompañando a Natalie Rigaud y me llamó la atención una sensibilidad especial que yo no le había notado antes, con un respeto y una dulzura maravillosos tanto por la cantante como por la música construida entre ambos.

Pues salió Luar y quise un ejemplar, porque había escuchado unos adelantos y me habían parecido muy interesantes. Y acá estoy fascinada con el disco que suena en mi casa estos últimos días. Estoy admirada del trabajo de Alejandro que sorprenderá a cualquiera que se disponga a escucharlo, porque van a encontrar a un Alejandro que apuesto que no han conocido todavía. Mi recomendación es que le encarguen un CD… ya sea a través de su Myspace o a fiticus@hotmail.com .

La tapa del CD dice: «Este trabajo intenta tender un puente entre dos universos musicales: por un lado las piezas para guitarra sola, la música escrita y la guitarra clásica, y por otro el jazz fusión, la improvisación, y la guitarra eléctrica«. Desde mi perspectiva, lo ha logrado preciosamente. Pasa de lo clásico a la improvisación y a lo más netamente fusión con tremenda comodidad… tanto que realmente es una unidad con sentido, por extraño que parezca. Uno no siente el «click» del cambio como algo antinatural o algo forzado, sino casi como algo necesario, y en mi caso algo extremadamente bienvenido, porque esos dos mundos musicales me hacen mucho bien.

Lista de Temas:

1 – El regreso de Fiticus
2 – Una mujer en la playa – para Natalie
3 – Atardecer
4 – Janaina – para la negra Villalba

Jazz Sonatina
5 – I. Allegro grazioso
6 – II. Adagio espressivo
7 – III. Allegro molto

8 – Hacia otro lugar
9 – Montevideo a medianoche
10 – Joaquín

Los primeros temas son a sola guitarra y es bueno notar que no hay grabación sobre grabación, es en una sola toma. Qué envidia que con 10 dedos se pueda generar algo tan pero tan hermoso, completo y bello. Sorprendentemente, apenas dos temas de los 10 tienen solos de guitarra, muy bonitos, dicho sea de paso.

El regreso de Fiticus, el primer tema, tiene cierta tensión. Ustedes deberían escucharlo con el grillo insistente que tengo de fondo en este momento (en realidad hace una semana o más que tengo un grillo desquiciado gritando a voz en cuello – o más bien a pata suelta – durante toda la noche en mi ventana!)… es muy cómico porque la guitarra tensa de Alejandro y hasta el ritmo constante y un poco insistente parece que se pone de acuerdo con el grillo y zás, resultado realmente inquietante. Pero lo interesante es que la primera vez que escuché este tema no le encontré esta tensión que le encuentro hoy. Quién sabe cuál será la explicación.

https://soundcloud.com/alejandro-pacello/el-regreso-de-fiticus

Una mujer en la playa es todo dulzura, delicadeza, y amor. Un tema hermoso, calmo y disfrutable. Nutrición para el alma.

Atardecer hasta ahora es mi tema favorito del disco. Es ese tema que pongo de nuevo y de nuevo. Tiene cierta melancolía, mucha dulzura, y al menos yo siento el amor por cada nota, el amor de Ale por la música en cada tocar de cuerda… es muy pero muy bonito. Si se quiere con un espíritu «My Song» (de Jarret), o Lyle Mays… pura melodía pero muy rítmica, con un ánimo algo circular… mántrico para mí.

https://soundcloud.com/alejandro-pacello/atardecer-sample

Janaina también es muy dulce pero yo lo encuentro un poco más triste y me «pega para adentro». Me hace meterme en mi interior y termino encontrando más mis tristezas que mis alegrías, pero quizás esto sea por mi inclinación natural a la nostalgia y otra persona no lo viva de la misma manera. Quien lo escuche, después me cuenta qué efecto le causó.

En el tema Jazz Sonatina hacen su aparición el resto de los músicos. La delicadeza de Martín Cruz (batería) en el movimiento I es realmente hermosa! El sonido de los platillos es especial… y la sinergia con la música es realmente bonita (Disculpen que mi atención siempre termina yendo hacia la batería).

https://soundcloud.com/alejandro-pacello/jazz-sonatina-i-allegro

En el movimiento II vuelve a estar sola la guitarra y en el III resurgen los otros instrumentos. O sea: la presencia de la guitarra es prioritaria en este disco… y siendo yo una fan de la batería, debo decir que el disco es perfecto así como es. En el movimiento III el bajo se luce y se luce y se amalgaman divino con la guitarra y también con la bata. Una linda obra de arte.

Como explica en el disco, esta Jazz Sonatina es una composición de Dusan Bogdanovic. Como yo no tenía el placer, estuve averiguando algo sobre él: nació en Yugoslavia en 1955 y hoy hace una síntesis de música clásica, jazz y étnica. Lo que vi de su discografía es bien interesante.

Hacia otro lugar tiene mucho del Alejandro Pacello que yo conozco bien musicalmente, pero con una madurez especial, que mide las fuerzas, la energía y elige cada nota con sabiduría, y sin duda no por azar. Un despelote de tema. Me saco el sombrero y hago una reverencia.

https://soundcloud.com/alejandro-pacello/hacia-otro-lugar-sample

Montevideo a medianoche. Qué buen título 🙂 Y el tema tiene exactamente lo que tiene Montevideo a medianoche: una pizca de misterio, un poco de soledad, un poco de nostalgia, un poco de compañía, un poco de neblina, un poco de introspección, un poco de curiosidad, un poco bastante de esperanza. Y el solo de guitarra está buenazo!!!!!!! Un solo que en esta ciudad se puede escuchar en esos boliches mágicos donde los músicos se juntan en jams a gozar y hacer gozar al público, que manso pero constante, jamás falta. ¡Y la batería! Muy buena, la bata de Martín. Chapeau.

https://soundcloud.com/alejandro-pacello/montevideo-a-media-noche

Con Joaquín vuelve todo a la calma… algo así como una despedida cariñosa, tranquila, que al menos a mí me invita a volver muy pronto. Irónicamente es el tema que se grabó primero, pero es perfecto para la despedida. Yo no puedo opinar de armonías porque sería el colmo del atrevimiento, pero quien entienda que lo haga… porque me parece que esto tiene un arte adicional armónico, que por supuesto no sé explicar (pero lo escucho).

https://soundcloud.com/alejandro-pacello/joaquin-sample

En resumen, me parece que este disco ofrece una solidez musical muy pero muy importante tanto en lo compositivo como en la ejecución por parte de todos los instrumentos, y una calma y una fluidez de parte de Ale que ¡mata! Realmente alucinante. Como me ha pasado con otros discos de artistas uruguayos, la verdad que deseo fervientemente que este CD llegue a manos de algún buen productor que le dé la oportunidad de grabar muchos más discos y de distribuirlos de manera masiva, porque es una picardía que estas joyitas uruguayas lleguen solo a manos de un puñado de conocidos, cosa que pasa con varios artistas enormes que tenemos en este país. Hago un brindis por muchos CDs más de Alejandro Pacello.

Ale Pace

Este CD fue grabado en Berequetum Estudio a fines del 2011 y principios del 2012, excepto el tema Joaquín, grabado en el estudio La Araña por José Gómez en febrero de 2008. Grabación y edición: Luis Ravizza. Mezcla y masterización: Martín Berloto. Diseño gráfico e ilustración: Tunda Prada. Fotografía: Natalia Espasandín.

(Proyecto llevado a cabo con el apoyo del Fondo Nacional de Música, FONAM).

Posdata: Se impone comprar este CD y no copiarlo ni bajarlo. Por dos razones: 1) Que el sonido es muy bueno así como es y sería una picardía que lo escucharan en formato mp3. 2) Que los músicos que reciben apoyo del FONAM reciben una parte del costo de la grabación y la otra parte sale de sus bolsillos. Dependen de nosotros, los melómanos, para que sus discos no sean una pérdida económica. Y además: ni siquiera es caro, así que ya saben, a no hacer bobadas.