Tres novedades

 

Ando con pocas palabras últimamente, así que les dejo estos tres videos, que hablan por sí solos.

Son de amigos queridos que a su vez son capos en lo que hacen.

Que los disfruten,

Patricia

CD «Agujas en la Piel» de Crysler

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Hola. Hoy 28 de abril de 2017 este sitio, Atresillado, cumple 7 años. Como las casualidades existen, hoy también es el cumpleaños de Tote Fernández, baterista de Crysler, cuyo disco comencé a escuchar anoche. Brindo por Atresillado, por Tote y por la música, que siempre esté presente.

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Hace un par de días escuché el video documental de Crysler sobre su nuevo disco y con esos segundos sonoros salpicados en el EPK, me fasciné. Ver ese documental y escribir para pedir el disco fue un mismo fluir cinético. El CD llegó hoy, hace un par de horas, y mi idea es compartir con ustedes mis impresiones al ir escuchándolo. ¿Se cuelgan? ¿Me acompañan en esto? Yo tengo grandes expectativas. Ya veremos qué emerge de este objeto circular. Y espero que me tengan paciencia con este método poco ortodoxo de hacer una reseña. La variación implica lo desconocido y ahí radica buena parte de la diversión.

El primer tema se llama como el disco. Al ponerlo a sonar, ya de pique nomás, me infundió fuerza y me colocó en un lugar más energético. ¡Bienvenida esa inyección de vitalidad! La voz convencida de Bruno y un riff firme de guitarra con algo de distorsión, apoyados en un pulso llevado por el HH de la bata. Así arrancó y mientras escucho esos primeros ocho compases deseo con toda mi alma que haya mucho más de esto en el disco. Entonces entra el bajo y Tote ingresa el bombo de la batería.

A ver, aquí vamos a tener que hacer una pausa. Y de hecho pongo pausa en el CD.

Una de las características que a mí más me emocionan del toque de Tote es el sonido que le saca (o, mejor dicho, le mete) al bombo. El bombo no es cualquier parte de la batería. Es el instrumento que marca el paso, es el instrumento que define gran parte del carácter de la canción y en qué parte del cuerpo la vamos a experimentar. O sea, no siempre es así, pero en el toque de Tote en particular sí que lo es.

Entonces, vuelvo a poner “play” y Tote mete el bombo en negras y Rosendo el bajo por los siguientes ocho compases. Ese sonido de la base tiene tal profundidad y tal decisión que el efecto es enorme. ¡Solo eso me eleva fuera de la atmósfera terrestre! Y después, algo perfecto: silencio de la bata y bajo apoyando –sí, apoyando- de forma espectacular a la voz. Porque los silencios dicen todo en algunas oportunidades. Apenas un rasgeo de guitarra en el primer tiempo de cada compás y la voz de Bruno. ¡Genios!

Entonces vuelvo atrás y voy a escuchar la letra. La conexión directa entre la letra y el ambiente creado por la música en cada uno de estos momentos que escuché de la canción es impecable. Ok, estamos ante algo muy, muy cuidado. Ya no me caben dudas. Y llevo escuchado –y rescuchado-, literalmente, 1 minuto del disco.

¿Cuántas veces un minuto de música te hace volver a escucharlo cuatro o cinco veces antes de poder avanzar con un disco que te intriga? En mi caso esto no sucede a menudo.

Hago un paneo por todas las letras y confirmo, con placer, que todas las letras son historias. Y a esta altura se me hace muy difícil no asociar las 8 sílabas de la décima que hoy oí explicar a Jorge Drexler en su charla TED con la división en 8 compases de este tema. No, seguro que no tienen relación ninguna, pero ya que me están acompañando en mi viaje de escucha… pues eso se me cruzó por la cabeza.

El segundo tema se llama “Eran días”. Pah. A este lo necesité escuchar de un tirón, porque la letra me trasladó, sin piedad alguna, a mi última frustración amorosa. Y les digo, estoy escuchándola por segunda vez y mi atención se va tanto pero tanto a la letra que recién en la segunda escucha y en el minuto 1:11 de la canción es que reparo en la maravilla de sonido de la batería y el bajo. ¡El sonido es una cosa im-pre-sio-nan-te! No debería sorprenderme, pues Tote me había contado que él estaba conforme con el sonido (y para que un músico diga que está conforme con su música es porque la cosa está genial). Pero sí que me sorprendió. Quedé boquiabierta, muy especialmente en ese instante 1:11. Para mí este tema, a la segunda escucha, ya es un hit. Pero, jua, disculpen que lo tengo que escuchar otra vez. (Ustedes quedaron en acompañarme, les recuerdo). En la tercera vuelta noto el redoblante divino, clavándose como agujas en el centro del pecho. (Al bombo se lo escucha con el segundo chakra (sacro) y al tambor lo oigo claramente con el cuarto chakra (del corazón). Al bajo no me sorprende oírlo con el tercer chakra (plexo solar), bien en el centro del cuerpo… es que eso es el bajo. El bajo es lo que une y empasta a toda la banda. Si no hay bajo, a veces hay demasiado aire entre las células.

Al escucharlo otra vez me detengo en la voz y reparo en que Bruno se está cantando todo. O sea, ya se cantaba todo en los otros dos discos, pero en este hace un despliegue mucho mayor de rango vocal, de dinámicas, y al menos yo recibo su canto como más cómodo y me llega mucho más directo al cuore. Creo que está cantando menos nasal. (Si yo entendiera de canto, sería genial, pero como no es así, se me complica un poco identificar qué es lo que me gusta tanto de su voz en este disco). “No hay fin, hay paz”: bellísima frase final.

El tercer tema se llama “Caer”. Este tema no me enganchó tanto como los otros dos (menos mal, porque a este paso no sé si sobrevivo al CD, ja). Me fascinó esta frase: “Sos lo que no quisiste ver también”. Si me lo permitiera, si no fueran las 2 am, me quedaría elaborando un poco acerca de esta frase. No sé si contándoles, pero sí pensándolo yo. En fin, pero vamos al cuarto tema.

Ay, sí, el cuarto me enganchó en los primeros 4 segundos. Se llama “Memorias”. Veo que en este tema está invitado Christian Cary en voz y coros. ¡Qué buena es la melodía inicial! Y me detengo en esta frase de la letra: “Y cambié de corazones por última vez, y es porque no tengo otra memoria que me quiera lastimar como ayer”. En este tema vuelvo a percibir las dinámicas y sus matices que me hacen verdaderamente bien. Al aparecer Christian Cary, me admira la compatibilidad de las voces de él y Bruno. No da la impresión de ser un invitado. Una oye y siente algo integrado, como si Christian fuera parte permanente de la banda. “Y es porque hoy quiero una memoria para poder olvidarte otra vez”. Qué buenas están las letras, che. ¡Y las guitarras! Yo tengo un tema con las distorsiones de las guitarras… me gustan cuando no se exceden. El balance entre distorsión sí y distorsión no de Crysler me cabe como un guante. Me genera la adrenalina necesaria y cuando ya la tengo en el nivel justo, deja paso al sonido más claro, más nítido, que entonces se siente como un bálsamo. Bellísimas las guitarras al final.

¡Ópiti! El quinto tema, “Peor manera”, me coloca en otro lugar emocional. Bienvenido sea, porque ya estaba corriendo el riesgo de ponerme demasiado nostálgica, y, si puedo elegir, zafo de esa zona. Esta letra es bastante abierta. Creo que cada uno la podrá interpretar con lo que sea que le esté sucediendo en este momento. En cuanto a la música, es un tema muy rock y muy funk. Y, ya me perdonarán, seguramente, pero siento que tiene algo de disco también. ¡Archi bailable!! Arrancar un lunes bailando esto puede ser la manera más inteligente de arrancar la semana. Pruébenlo y después me cuentan, ¿sí? Musicalmente hablando, sospecho que es al bajo que le debemos el gran feeling copado de este tema. Y de ahí, claro, todo se va construyendo fantásticamente. Tote despliega en este tema en particular esa calidad de groove que ya le conocemos bien, y un gusto especial para algunos momentos que son joyitas. Martín Verde en la guitarra verdaderamente se pasa en este tema. Es genial. Pero esperen… tengo que escucharlo de nuevo para sentir bien esas guitarras y el bajo y cómo se articulan con la batería. Fantástico tema este. Otro hit, sin duda.

Bueno, estoy ante una encrucijada: recién llegué a escuchar la mitad de este CD y la cantidad de palabras escritas ya son más de las que seguramente la mayoría de ustedes tiene la costumbre de leer de un tirón. Creo que sería amable de mi parte liberarlos de la tarea de acompañarme por hoy. De todos modos les agradezco muchísimo haber llegado hasta aquí conmigo.

Quizás también sería una buena cosa permitirles a ustedes hacer su propio descubrimiento de la segunda parte del disco. Y sería muy genial si alguno se animara a contarme en los comentarios cuáles fueron sus impresiones. Y, admito, hay una gran posibilidad de que vuelva por acá a contarles una segunda parte de este viaje de recepción y disfrute musical, aunque por las dudas no lo esperen.

Este disco contó con la Producción Artística de Francisco Fattoruso, que todos afirman que fue decisiva para que este producto tenga la calidad que tiene. Los músicos invitados que figuran en el disco son: Camila Sapin (Voz y coros en “Deja Vu”), Christian Cary (Voz y coros en “Memorias”), Diego Cuba (Rap en “Vuelos”), Federico Lima (Voz y coros en “Más palabras”), Francisco Fattoruso (teclados y samples), Pablo Fernández Villagrán (solo de guitarra en “Vuelos”), Pepe Pereira (Percusión).

Ingeniero de sonido: Emilio Ferraro.

Asistente de grabación: Federico Abella

Ingeniero de mezcla: Francisco Fattoruso

Ingeniero de mastering: Glenn Shick

Arte y Diseño (que están buenazos): Daniela Beracochea.

Ah, no, pero esperen un segundo más, que antes de irme, por si acaso alguno de ustedes no estuviera al tanto, quiero comentarles que Crysler presenta este disco en La Trastienda el día 3 de junio (sábado) a las 21 horas y las entradas están disponibles en Red UTS, Tienda Inglesa y Red Pagos. Sé que las primeras 100 entradas anticipadas incluyen el disco «Agujas en la piel» sin costo.

Hasta la próxima.

Para los amigos de Atresillado, algunos de los cuales están del otro lado del océano, les dejo el video al que me referí al principio.

 

Esta entrada se publicó también en COOLTIVARTE.
Foto: obviamente mía.

Entrevista a Crysler

Crysler recibió a Cooltivarte en su sala de ensayo. Bruno Ribeca (voz y guitarra), Martín Verde (guitarras), Guillermo Larrosa (bajo) y Tote Fernández (batería) nos ofrecieron su tiempo y con gran apertura nos contaron cómo se vive Crysler desde adentro.

 

Cooltivarte (C): ¿Qué cambios notan entre la banda de hoy y la de cuando comenzaron, hace once años?

Bruno: Bueno, más que nada fueron cambios de personajes, si se tratara de una película, que en verdad fue cómo nos pasó todo hasta ahora. Por suerte y desde muy chiquitos, que fue cuando arrancamos con esta idea loca que hoy día es una realidad pero que en su momento no fue más que un sueño, siempre le dimos muchísima prioridad a lo que es el esqueleto. En su momento, cuando largamos, no había nada. Ni instrumentos teníamos pero sí siempre le dimos mucha prioridad al tema humano. Con Martín somos los fundadores y siempre quisimos hacer hincapié en eso. Lo importante es que vamos a compartir mucho tiempo juntos y es importante que estemos sólidos en ese sentido. Eso quizás es la base y no noto cambios respecto a eso. Guillermo es el integrante que entró a principio de año. Lo que decimos es lo que somos. Estamos todo el día acá y se trata de humildad, trabajar, hacer las cosas serias y no mucho más.

Martín: Otro punto que cambió en estos años es en lo musical: en el sonido y en las composiciones. Creo que como toda banda, pero que es un detalle a marcar, los primeros años te estás hallando con tu instrumento y nosotros con Bruno también en la composición. Cuando llegaron los primeros demos del primer disco, que hicimos con Christian [Cary], de ahí en adelante logramos una etapa diferente, un paso más en la composición y en el sonido propio de la banda.

C: ¿Cómo suelen ser las composiciones?

Martín: Cada canción llega por un canal distinto. Por más que pueden haber muchas que trae Bruno, otras que nacen de un riff, o de dos acordes que después en la sala los vamos ampliando.

Bruno: Igual, si hablamos de que como banda llevamos unos ciento y algo de temas, muchos surgieron de Martín que, como le llamo yo, es el proveedor de acordes. Nos tira ciertos acordes y en base a eso yo armo la melodía, o yo traigo alguna melodía de versos y jugamos más o menos con eso.

C: ¿Y las letras?

Martín: Ahí sí, es Bruno. Letra y melodía. Por más que últimamente estamos mechando sugerencias, en realidad a la letra y la melodía las cocina él.

C: ¿Qué temas eligieron para el toque del sábado 14?

Martín: La gran mayoría son del disco Bastones y Ciegos, que lo presentamos en La Trastienda en el año 2013. También hay algunos de El Gran Bonsai que fue el primer disco y hay alguna sorpresita nueva también… temas que estamos preparando para el tercer disco.

Cooltivarte los invitó a tomar un papel al azar. Adentro encontraron un nombre y luego les preguntó qué aportaba musicalmente y humanamente esa persona al grupo.

Foto: Federico Meneses (Cooltivarte)

Foto: Federico Meneses (Cooltivarte)

Bruno: A mí me tocó Martín. Realmente creo que aporta muchísimo. Hay que separarlo por dos grandes columnas. La primera sería en lo humano. Como decía antes él fue fundador y hemos recorrido tanto camino juntos. Él ya me conoce cuando vengo enojado, cuando no vengo enojado, lo conozco a él cuando le pasa algo. Son demasiados años juntos, estamos hablando de casi quince años, es mucho tiempo, y convivimos casi diariamente. Entonces en lo humano la verdad que es como un hermano, es un respaldo, es de esas personas que la vida te da y uno tiene que estar inmensamente agradecido. Y no lo digo porque esté acá, realmente lo creo y él lo sabe. Filosofamos mucho juntos… sobre todo cuando tomamos (risas). Por él aprendí a tocar guitarra; fue él quien me enseñó. Y es un eje fundamental en cuanto a lo que es mi función de compositor. Él es un tipo que sabe muchísimo de guitarra, entonces hace que pueda resolver mejor mi tarea respecto a eso, pese a mi ignorancia en muchos aspectos del instrumento. Muchos de los resultados que vemos en las canciones son gracias a él. Es un eje para mí fundamental y central de la banda.

Martín: En cuanto a Guillermo también me gustaría separar los dos aspectos. Musicalmente, con la llegada de Guille noto que en ciertos aspectos la banda tiene otro peso y estoy como deslumbrado. En lo personal en realidad es un camino que estamos recorriendo todos, porque lo estamos conociendo. Hace 8 meses que estamos tocando juntos. La relación que tenemos es en la banda, más allá de alguna salida que hemos tenido juntos; nos estamos conociendo de a poco. Me parece una persona excelente.

Guillermo: A mí me tocó hablar de Bruno. Gran ficha. Cuando entré a la banda lo escuchaba cantar y me parecía una voz súper excelente. Para mí es una voz de las mejores de aquí del Uruguay. Y que pueda también solventar eso con la guitarra… No es fácil para alguien que está cantando frente al público llegar a cierto nivel. Él es el mismo tanto en un ensayo como en vivo. Lo podés escuchar en un disco y canta igual que si lo escuchás en una esquina. Tiene todas las condiciones como para seguir creciendo muchísimo más. Y en lo personal, en este poco tiempo que llevo con la banda me doy cuenta de que Bruno es como un capataz, que cuando hay que poner los puntos sobre las íes, los pone, y hace entender su manera de laburo. Él toma esto también como un trabajo, no es un chiche. Si bien hay momentos de disfrute para todos también es un trabajo, como otras personas tienen en su oficina, por ejemplo. Eso habla muy bien de él, de lo que él quiere para el futuro de la banda. Realmente es un tipazo, macanudo, nos podemos reír, pero destaco eso de él, un gran crecimiento y como comandante de este barco tiene todas: responsable; cuando hay que ponerse serio, se pone serio; cuando hay que bromear, bromeamos… y cuando hay que laburar se labura. Es el frontman. Tiene todo.

C: Tote, el azar hizo que hablaras de ti mismo. ¿Qué te parece que aportás a la banda desde la batería y como persona?

Tote: Qué pregunta. Es muy complicada de contestar. Lo que te puedo decir es que a nivel humano trato de aportar lo que yo soy y dentro de la seriedad con la que nos manejamos, que es realmente serio lo que hacemos, distender un poco y acordarnos que el objetivo desde chicos siempre fue (al menos para mí) tocar, estar enfocados en el momento y disfrutar lo que estamos haciendo. Ese es el objetivo uno mío. Trato de aportar esa distensión y humor lo más que puedo, ser como un eje que equilibre lo otro. Eso es lo que trato de hacer humanamente y creo que desde la batería también un poco. O sea, aportar solidez, tocar para la canción, ser coherente. Yo entré en 2009 y tuve una evolución como baterista, acerca de lo que es tocar en una banda. Yo venía más del palo del jazz y fusión, con mucha técnica, rulos y todo eso, que me encantaba pero claro, cuando entré a la banda me di cuenta que estaba medio, por decirlo mal, en bolas. Y fuimos evolucionando juntos. Ahora siento que estoy apto para tocar en una banda de rock.

C: Mucha gente cree que es difícil pasar de tocar rock a tocar jazz pero no sos el primero que me dice que es muy difícil pasar de tocar jazz a tocar rock.

Tote: Sí, es muy difícil porque tenés un montón de vicios que vienen del otro género que no tienen nada que ver, es otro lenguaje.

C: ¿Cuánto te llevó sentirte cómodo?

Es un ajuste que lo sigo haciendo siempre pero cómodo me sentí después de que grabamos el primer disco. Después de escucharme ahí me sentí más cómodo. Cada vez que te metés en un género musical a fondo siempre hay algo que vas a encontrar para mejorar, siempre, así hayas tocado cincuenta años. Yo sigo buscando mil detalles para hacer que la banda suene mejor.

Martín: Hay una anécdota, ¿se acuerdan?, cuando el Tote se vino a probar, que tocamos temas que ya los teníamos de antes, y ¡era una de rulos! Hacía mil cosas. (Risas)

C: ¿Cuál es la diferencia entre grabar una canción y tocarla en vivo?

Bruno: Son dos mundos distintos. Yo no sabía lo que era grabar un disco hasta que grabé un disco. No sabía de los procesos que existían para grabar un disco y no sabía que eso iba a hacer que me hartara la canción. Realmente las canciones a mí me cansan muchísimo en los procesos de discos, porque estás hablando que a una canción podés llegar a tocarla unas cien o ciento cincuenta veces, y es mucho. Evidentemente eso te lleva a que no haya margen de error. Uno de los ejercicios que hago es tocar toda la canción con los ojos cerrados. No por emoción sino para decir “listo, tengo todo bajo control, no importa lo que esté haciendo, sé dónde voy a caer” y eso sí te lo da la repetición y repetición. Entonces en esa parte sucede lo que yo le llamo el lado oscuro de la canción porque te llega a cansar, a aburrir. A mí me pasó con los dos discos que una vez que los terminamos de grabar no los escuché por dos o tres meses, porque les agarré una especie de fobia. Ahí necesito descansar. Incluso parte del proceso del disco es eso, dejarlo un tiempo, un par de meses, o incluso volver a hacer la mezcla, porque el oído se cansa. Con esto no estoy quejándome, estoy contando la realidad. Pero te aseguro que lo más magnífico es después de que dejaste pasar un tiempo sin escuchar una canción, volver a escucharla. Es como volver a escucharla por primera vez. Es algo muy loco pero realmente para mí es así. No sé para los demás.

Tote: Sí, sí, tal cual. Pasa que depende mucho del estado de ánimo y del tiempo que hayas dejado pasar. A mí me pasa lo mismo. Cuando estamos grabando los discos, al estar tan metido en el proceso y no tener perspectiva de afuera, digamos, estás contaminado. No es que te parezca malo, porque creés en lo que hacés y te gusta, pero precisás un tiempo. Ahora escucho los discos y me gustan muchísimo más que cuando los grabé. Y descubro cosas tocadas por mí o por ellos que me encantan y que antes no notaba.

C: ¿Normalmente primero graban el disco y luego lo salen a tocar en vivo o al revés?

Bruno:  Por ejemplo ahora, el sábado 14, que vamos a estar en La Trastienda, vamos a hacer lo mismo que el año pasado. Vamos de a poco tirando temas, testeando qué recepción tienen. Evidentemente te van a aplaudir, etc. pero hay pequeñas cositas del público que vos te podés dar cuenta si realmente gustó o si está bien pero no gustó tanto.

C: ¿En qué te das cuenta?

Guillermo: En el movimiento de cabezas, por ejemplo.

Martín: Nos pasó con uno de los temas, que quizá sea un buen termómetro, que lo tocamos por primera vez el año pasado en el show de los 10 años. A los dos, tres días nos encontramos a alguien en Facebook poniendo el estribillo. Un tema que aparte no lo vas a encontrar en Youtube ni en ningún otro lado. Capaz que lo grabó con un celular, no sé.

C: ¿Cómo es la relación de Crysler con su público? ¿Les gusta su público?

Bruno: Sí, nos gusta nuestro público. Y se sucedió todo tan de golpe. Lo que sucedió en la banda es lo mismo que por poner un ejemplo, un amigo nuestro tuvo un hijo y esa persona no se va dando cuenta del crecimiento día a día. Pero cuando ese amigo viene a tu casa después de cuatro meses con su hijo, vos ya lo ves mucho más grande. El tema es que nosotros somos ese padre y no nos dimos cuenta de lo que pasó. Sí, obviamente, por cosas que se materializaron. Nosotros en 2009 o 2010 estábamos tocando para veinte personas. Y hoy pasaron cuatro o cinco años y estamos frente a la realidad de que estamos haciendo una tercera Trastienda en dos años. La otra vez nos subimos por primera vez a un avión como banda y fuimos a Brasil y Argentina. Entonces es un cuento, es como una película. Varios de los objetivos que tenía cada uno en su cuarto de la niñez ya los cumplimos. Obviamente falta mucho más pero la cuestión es mantenerse en eso. Ahora ya hay algo importante, algo que siempre soñamos y lo materializamos. El tema es que también está en la naturaleza del hombre desear más.

Tote: Es cierto lo que decía Bruno de que es difícil darse cuenta del crecimiento desde adentro pero a su vez es como lógico para nosotros porque estamos acá trabajando todos los días, no solo tocando y componiendo, porque una banda lleva una infraestructura que va mucho más allá. Para nosotros es como un segundo trabajo y bueno, por eso pasan las cosas. A veces nos cuesta creer lo que sucede pero después te das cuenta de que hubo laburo.

Guillermo: Apoyo lo que dice Tote. Porque si bien yo venía de tocar con otras personas no sabía lo que era tomar la música como un verdadero laburo. Tenemos días que estamos una semana entera ensayando de 7:00 a 10:00, reuniones con el manager, reuniones para un show, ir de acá para allá, cosas que antes jamás hice, realmente como un laburo.

C: Y qué difícil debe ser—o no, ustedes me dirán—conjugar la parte formal de la cosa, que es la promoción, etc., con la creatividad y seguir manteniendo la pasión por la música.

Tote: Es un tema ese.

Bruno: Es un gran tema.

Tote: Como yo lo veo, está el tema de la creatividad de la música pero a su vez necesitás sí o sí de eso otro para que el proyecto crezca realmente. Porque solamente con la creatividad, nos quedamos tocando acá.

Bruno: Sí, pero más allá de que sea parte para que la cosa ruede, que por ejemplo estés acá, como que vengan otros medios también, para nosotros es fundamental porque es nuestro teléfono a la gente. Estar hablando estas cosas contigo nos da la posibilidad de que la gente las escuche o las lea y para nosotros es importante. Son vías que uno tiene para comunicarse. Es fundamental.

C: ¿Qué tienen ganas de contar acerca del show del sábado 14 de noviembre en La Trastienda?

Guillermo: Va a estar una banda invitada, de Florida. Se llama Media Hora. Son muy buenos músicos y van a abrir el show. Quien quiera escucharlos antes, puede encontrar material de ellos en Facebook y en la web. Nosotros venimos preparando y trabajando muy fuerte y se viene un show lindísimo, en todo tipo de aspectos: visual, auditivo.

Martín: Quizás está bueno decir que el show será el cierre de la gira de los diez años. El año pasado festejamos los diez años y a partir de ahí empezamos una gira. No es que comenzamos la gira teniendo ya marcados veinticinco toques. Cada show que vino lo fuimos enmarcando en la gira de los diez años y con este show cerramos esos festejos de los diez años. Entonces no vamos a plasmar una temática en la escenografía, ni nosotros ningún guión ni nada, pero esa es la temática en sí.

Con respecto a la escenografía vamos a incursionar en lo que es el mapping. Vamos a mandar ahí unas proyecciones, a ver qué sale.

Bruno: Va a haber varios músicos invitados en el show: Francisco Fattoruso, Fede Navarro en guitarras, Chirola Martino, Pepe Pereira en percusión, Fabián Prado, que es el productor de nuestro último disco, tecladista, Fede Vaz en armónica y Pablo Fernández en guitarra acústica.

C: ¿Algo más que quieran agregar?

Bruno: Que el show empieza a las 21 horas puntual, así que a tenerlo en cuenta.

Crysler nos regaló un minishow privado, oportunidad que aprovechamos para robarles algunas capturas externas de su momento creativo. Es digno de mencionar cómo los cuatro integrantes tomaron sus instrumentos y sin ningún preámbulo la banda sonó exactamente igual que suena en sus discos o en sus shows.

Foto: Federico Meneses (Cooltivarte)

Foto: Federico Meneses (Cooltivarte)

Entrevistadora: Patricia Schiavone