Chapital Quinteto en Inmigrantes

chapital-quinteto-inmigrantes

Foto: Carlos Cossi

Tú tendrás tus razones por las que te gusta Montevideo. La mía es la posibilidad que me regala muy seguido de escuchar y ver, a metro y medio, a músicos que me generan un estado emocional que justifica pasar por esta experiencia 3D.

La cita de anoche fue en Inmigrantes (en la esquina de Paullier y Guaná), donde Juan Pablo Chapital tocó temas de su autoría, y algunas versiones exquisitas de temas de otros grandes músicos (Mandrake y Rada, por ejemplo).

El quinteto está formado por:

Juan Pablo Chapital en guitarra y voz

Martín -Dios- Ibarburu en la batería

Fernando «Pomo» Vera en el bajo eléctrico

Hernán Peyrou en teclados

Guillermo Olivera en trombón

Les cuente lo que les cuente, caeré en repetirme, pues lo que me generan Chapital e Ibarburu es algo que ya describí mil veces. O sea, seré brevísima para no aburrir.

Sí quiero contarles algunas cosillas:

La combinación de sonidos del trombón  y la guitarra está buenísima. Guillermo le mete mucha alegría, pero también un gran cuidado a no aplastar a todo el mundo con ese sonido fuerte que tiene el trombón. Un placer su contribución.

La base rítmica (y, obvio, no solo rítmica) de Fernando Vera y Martín Ibarburu fue perfecta, también muy respetuosa y con momentos de brillantez, que son como codazos en las costillas que te ponen súper alerta y te aceleran el ritmo cardíaco (ta, codazos que no duelen).

Hernán, con el teclado, aportó mucho a generar el clima místico de la noche.

Juan Pablo presentó dos temazos nuevos, alucinantes. Tanto que cuando el público le pidió «otra», le pidió justamente su nuevo tema «Bushido». ¿Cuántas veces creen que pasa que se pida de bis un tema nuevo? ¡Ninguna!!!! Solo Juan Pablo logra eso.

Mi foco de atención suele irse siempre hacia la batería, y anoche fue brutal verles las caras de goce a Pomo Vera y a Juan Pablo Chapital cuando Martín tocaba una genialidad. Martín logra eso, que el resto de los músicos disfruten especialmente de las notas de la batería, que es algo que tampoco es tan común de observar. Justamente en el tema «Bushido» el aporte de la batería fue algo endemoniadamente disfrutable.

Al presentar a Martín, Juan Pablo dijo: «Tocar con el mejor baterista del mundo es…» No completó la frase, pero seguro que el final era algo parecido a «impagable», «fascinante», «algo de no creerse».

¿Que resuma qué me gusta de la música de Juan Pablo? Es muy sencillo:

  • Que sus temas no son demostraciones de virtuosismo sino que son expresiones de emociones y son significativos para el corazón
  • Que cuando toca cada nota la hace sonar como si fuera la única nota que va a tocar en su vida, que la sostiene, que su sonido es límpido, vibrante, amoroso. Anoche en particular, algunas notas no le sonaron, quién sabe por qué. Y sin embargo esos silencios no fueron nada incómodos. Es como si la música anoche hubiese necesitado pausitas extras.
  • Que si bien son temas instrumentales, tienen mucho de canciones, por las melodías hermosas
  • Y creo que lo que más me toca el alma es la actitud general de veneración hacia la música

Esperemos que sigan presentando estos temas. Es un regalo que yo les agradezco.

Gracias a Carlos Cossi tenemos estos recuerdos gráficos de la noche: