Hermosa locura baterística

El año pasado Martín Cruz, un baterista de muy buena trayectoria en Uruguay, armó un grupo de Facebook: Club de Bateristas del Uruguay. Y yo terminé ahí también no sé ni cómo. La cosa es que al ver la buena onda que reinaba en ese recinto virtual propuse reunirnos a intentar trasladar ese intercambio maravilloso a la «realidad real» ;), cara a cara. La idea había sido sugerida por varios antes, obviamente, pero los tres locos que encaramos subirnos las mangas de las camisas fuimos Martín, José Schmid y yo. Y de ahí en más hemos tenido instancias de euforia, de alegría suprema, de angustia, de stress, y de muchas emociones más.

Tuvimos la enorme suerte de contar con Paula de Kalima Boliche, que nos ofreció el lugar sin pedirnos absolutamente nada a cambio. Con el Pelado Meneses que nos hace los afiches con todo el cariño del mundo. Y con Agustín Cuervo, Josefina Tramontín y Simón Berton quienes han dedicado parte de su tiempo a sacar fotos y permitirnos recordar mucho más claramente estas instancias que han sido archi interesantes.

Arrancamos con la clínica de Martín Ibarburu, que superó por completo todas nuestras expectativas: se llenó, Martín estuvo horas pasando todos los piques imaginables, etc. El clima fue alucinante y salimos todos eufóricos.

Luego fue la clínica de Gustavo Etchenique. Gustavo llevó de invitado a Carlos Quintana y fue un goce aquello. Una clínica completamente diferente a la de Martín, que estuvo solo, pero igual de disfrutable y salimos en un estado de asombro y bobera que se parecía mucho a un estado de enamoramiento profundo.

Después Nico Arnicho dio la suya, con una generosidad absoluta. Nos contó y mostró qué había aprendido en cada uno de los lugares a donde fue a estudiar música (África, Portugal, Brasil, etc.) y pffff, salimos con el corazón repleto de agradecimiento.

La última clínica del 2012 la dio Mape Bossio. Salado profesor… enseñó cosas super útiles, con una buena onda maravillosa. De nuevo lo que más sentimos ese día fue agradecimiento… por todo, eh? Por Mape, por la gente que fue, por el intercambio generoso. Todo muy bello.

Empezamos el 2013 con una clínica de lujo. Albana Barrocas presentándonos una música que para un par de nosotros era completamente desconocida. Esa noche yo conocí a una persona música realmente maravillosa.

Y anoche, 10 de mayo, tuvimos la clínica dada por Fede Rabaquino, de la cual salí completamente extasiada. De su generosidad también (nos enseñó cómo hace sus trucos de palos, nos enseñó piques de lo que él toca, etc.) y de su alegría y creatividad contagiosas.

Creo que los músicos son seres muy especiales. Tienen una manera de andar por la vida bien particular: un poco inocente, un poco loca, un poco de otro planeta. Me siento muy afortunada de que a pesar de que mi vida profesional tomó rumbos muy estructurados, quizás involuntariamente o quizás no tanto, tengo esta oportunidad de compartir instancias mágicas con estos seres mágicos.

Los bateristas ven las reseñas de todo esto en el blog del Club, pero para mis amigos no bateros, les pongo aquí el link para que si quieren echar un vistazo de algo que me hace vibrar de manera muy especial, puedan hacerlo. http://clubdebateristasdeluruguay.wordpress.com/

(Estoy esperando parte de las fotos de anoche para hacer esa reseña, pero en breve estará arriba).

Está bueno que la gente con intereses comunes se junte y haga cosas, ¿verdad?

Nico Arnicho

Con la expectativa rítmica puesta en los niveles más altos y haciendo caso omiso a que es un jueves irrefutablemente laboral, desde este rinconcito lleno de cables puse «play» a uno de mis CDs más escuchados:

Ofrenda

1998

Imagínense un planetario. Imagínense un caminito bastante largo que llega desde la vereda hasta las escaleras de entrada al planetario. Una personita testarudamente solitaria subiendo los escalones y pensando: «ni idea de qué música voy a escuchar hoy…» Muchas caras conocidas alrededor, pero ninguna lo suficientemente amigable como para pararme a charlar. Abrieron las puertas y acompañando a la masa entré en un planetario que casi no recordaba. Me ubiqué en una de las sillas dispuestas alrededor del proyector central, desde donde veía medio de costado el escenario. La primera sorpresa fue ver un sitar sobre el escenario. No había ninguna batería pero sí varios instrumentos de percusión. Las luces se apagaron y surgieron las estrellas, la luna y con ellas la música mágica de presentación de este disco con nombre perfecto.

La fusión de la música hindú de Ariel Ameijenda -con sus muchísimas cuerdas en los más variados formatos- y el canto y la percusión afrolatina de Nico Arnicho esa noche me regalaron un viaje interestelar que jamás hubiera esperado antes de entrar al planetario esa noche. (Es una de las posibilidades de mandarse a ver un concierto sin mucha información previa). El tiempo, que se empeña en su subjetividad, hizo que ese concierto me pareciera dolorosamente breve.

Si no me equivoco, en el sonido estaba César Lamschtein, a quien le agradeceré mudamente toda la vida por la magia que logró aquella noche. Lo mismo al Ser que se le ocurrió proyectar en la cúpula del planetario a Ariel y a Nico tocando sus instrumentos, superpuestos de a ratos a las estrellas o la luna. Una noche especialísima, sin duda.

Pasaron unos cuantos años antes de que una amiga me regalara este CD y ahora ya hace unos cuantos años que lo tengo y forma parte de mi cotidianeidad de manera constante y activa. ¿Por qué? Porque está entre mi música para meditar, y lo escucho con esos fines muy pero muy seguido. También lo elijo cuando necesito encontrar alguna respuesta o cuando lo externo me altera demasiado y necesito juntar los pedacitos de mí que andan desperdigados en diferentes frentes.

Aquí les dejo el link al CD en la página de Nico Arnicho, para que si no lo han escuchado todavía, puedan conocer algunos de sus temas en el reproductor que ahí aparece. En la pestaña «Descargas» se pueden bajar esos temas también.

Ofrenda es uno de esos discos honestos que yo llamo «conectados». Conectados con la tierra y con el cielo. Escuchándolo uno no piensa, siente. Siente conexión, siente introspección, agradecimiento. Desde este rinconcito, Nico Arnicho y Ariel Ameijenda, les agradezco por esta ofrenda que le hicieron a la vida y que a mí me hace sentir tan bien. Y no solo a mí… porque hace ya un tiempito, supimos poner este disco para meditar en grupo, así que van varios agradecimientos por su obra de arte.

Tribu Mandril

Lo que hizo Nico con la Tribu Mandril fue algo maravilloso. Formó un grupo de percusión alternativa. Los instrumentos eran tachos de plástico, ralladores de metal, platos, latas, tapas de olla, y hasta tapas de inodoro.

En su momento tocaron en las plazas y también dieron unos shows en un teatro chiquito (ay, no me acuerdo el nombre!) y el resultado emocional en toda la gente era el mismo: algarabía total y absoluta.

Aquello era una fiesta completa. Y musicalmente era un despelote… el manejo de los ritmos de Nico siempre fue admirable y supongo que fue el profe de todos estos chicos que realmente la rompían.

Aquí les dejo un videíto que les va a explicar mucho mejor que yo lo que era la experiencia. Fiesta total.

youtube=http://youtu.be/zbhPAv1CEJk

Como todo, cumplió su ciclo y pasó. Es una de las ofertas musicales de esta ciudad preciosa que realmente extraño dos por tres… pero agradezco haberlo vivido y disfrutado en su momento.

Batuques y Batidas

2007

«Batuques y batidas
a vivir la vida
con la melodía que te da el tambor
Batuques y batidas
ritmo y alegría
largan las llamadas y se va el camión»

Si imaginamos un continuum de emociones, Ofrenda está, para mí, en el extremo introspectivo, y Batuques y Batidas está en el extremo fiestero. Es el disco que elijo o bien cuando estoy recontra feliz y necesito poner una música que resuene con mi estado exultante, o cuando tengo una de esas depresiones inamovibles y necesito un último recurso para levantar cabeza.

En este disco hay muchísimos ritmos diferentes, muchísimos instrumentos de percusión y en definitiva, creo que la mejor descripción está en las consecuencias: si ponés este disco, no tenés otra que arrancar a bailar. Te sacás los zapatos, hacés espacio y te conectás, a la fuerza, con todo lo tribal que hay dentro tuyo.

En este link podés escuchar 3 temas de este disco y también descargarlos en la pestaña «descargas».

Hang Drum

No existe sonido más dulce que el de Nico tocando su hang drum.

Yo tengo una característica NADA uruguaya: no me gustan las murgas ni los tablados. Pero cada pocos años alguna amiga logra arrastrarme hasta uno. Estaba yo en medio de mi sufrimiento en el Teatro de Verano, cuando de pronto aparece Nico Arnicho tocando esta maravilla. Así fue que lo escuché por primera vez tocando este instrumento mágico, con oídos y alma agradecidos a más no poder. Aquí les dejo un video de él tocando su hang drum. Para mi gusto: un deleite.

http://youtu.be/VadqPIiPrw0

Carnavales del Mundo

Desde febrero de este año todos los miércoles Nico Arnicho ofrece su show «Carnavales del Mundo» en el viejo y querido Kalima Boliche. Tuve la suerte de verlo hace un par de meses y quedé extasiada, una vez más, por su energía, cómo maneja los ritmos más variados, y por el ensamble espectacular con los otros dos músicos (Álvaro Pyñeiro en piano y acordeón a piano y Diego Cáceres en bajo y contrabajo) que hacen este show totalmente recomendable.

http://youtu.be/IQN4O8D4qFI

Nico Arnicho Superplugged

Este show ha estado durante todo este año en el querido Teatro Solís, pero todavía no he logrado verlo. Es un gran pendiente que tengo. Espero llegar a tiempo.

http://youtu.be/Y_9f3sQ1QbI

Al comienzo de este post les contaba que estoy con mi expectativa rítmica por las nubes, pero no les expliqué por qué. Los uruguayos ya lo saben, pero mis amiguetes de ultramar no. Resulta que en el ciclo de clínicas que está organizando el Club de Bateristas del Uruguay, una creación mágica de Martín Cruz a la que nos prendimos como garrapatas José Schmid y yo, Nico Arnicho dará la próxima Master Class el miércoles 31 de octubre. Yo ya tuve la suerte de presenciar un par de clínicas suyas y sé perfectamente el estado de alteración celular con la que uno sale de ahí. Así que frotándome las manos y con el corazón un tantín acelerado, estoy «pacientemente» esperando a que pasen las 2 semanas que nos separan de este nuevo evento baterístico.

Ya sé que Pepe anduvo por el blog del Club de Bateros. Si hay algún otro curioso, que quiera ir siguiendo con las reseñas y entrevistas las actividades bateras, encontrará links varios aquí a la izquierda.

Abrazos rítmicos continentales e intercontinentales llenos de agradecimiento por estos músicos increíbles que viven en mi ciudad y hacen la vida muchísimo más vivible, disfrutable y entrañable.