Rock de raíz: Entrevista a Dinamita Pereda

New York 2014 by David Carlo

 

Banda uruguaya de rock and roll, con sonido de los años 60, Dinamita & La Swing Factory se presenta en la Sala Zitarrosa este 21 de junio. Conversamos con (Federico) Dinamita Pereda. Compartimos el diálogo y también la recomendación de agendarse este show que promete. Si no has escuchado a la banda, te recomiendo que antes del toque te des una vuelta por Youtube y escuches un par de videos. Apuesto que coincidirás conmigo en que es una banda que sorprende.    

 

¿Cómo fue tu formación musical?

Autodidacta. Mi padre me pasó los primeros rudimentos de guitarra. Después me dediqué a aprender algunas canciones clásicas del rock de la época en que estaba aprendiendo, esa época de los 90, en la que yo era pre-adolescente (Nirvana, Green Day, etc.). Enseguida me conecté con un amigo que tenía una gran experiencia y formación en los discos de rock viejo, de los 60. Ahí fue donde empecé a experimentar lo que es tocar en una banda. A los dos años de empezar a tocar, estaba tocando en esa banda que armamos con él. Aprendí mucho ahí. Así que mi formación musical fue principalmente escuchando discos y tocando. Después tuve una segunda etapa que fue tomar clases de guitarra con el Pájaro Gara, que es un profesor muy grosso, que le ha enseñado a medio Uruguay. Gran docente y gran violero, gran persona también. Todos los guitarristas de la vuelta han estudiado con el Pájaro y él me aclaró un montón de tantos de la teoría de la guitarra rock. A partir de eso fue aprender música por aprender canciones y por tocar mucho. Nunca hice un entrenamiento formal.

¿Tomaste clases de canto?

No, no hice clases de canto. Pero bueno, está ahí. En la banda está también la familia, mis dos hermanas en las voces. Naturalmente hay ahí un gen musical.

Ellas hicieron algo de clases de canto lírico, una vez que ya cantaban bien. Pero no, es una cosa más orgánica. En la banda actual tenemos al bajista que hizo universidad de música. Él toca música clásica, jazz, funk, candombe, rock and roll, toca lo que venga. Pero yo nunca tuve una formación clásica. Siempre fue de pasarnos piques con amigos. Siempre aprender mucho de escuchar y de mirar. Y no cerrarte nunca a ningún estilo, que eso siempre suma. Aprender canciones de Zitarrosa, de los Beatles, Bob Marley, etc.

¿Te gusta escuchar música?

Me encanta. Hubo una época en que había dejado de escuchar pero hace un tiempo que volví fuerte a escuchar música. Siempre vuelvo a escuchar los discos que me han marcado: los primeros discos de Led Zeppelin, los primeros de los Doors, los Stones. Sigo escuchando eso. Hay mucha música que me gusta, no soy cerrado a nada, pero hay ciertos mojones que para mí son como biblias. También escucho todo el tiempo otro montón de bandas oscuras de la época: Free, Humble Pie, Johnny Winter, Mountain… toda esa generación de Woodstock.

De hecho nosotros ahora estamos sacando un disco en vivo, que se llama “Totalmente vivo”. Lo colgamos en las redes y en ese disco hacemos unas versiones de Janis Joplin, Aretha Franklin, los Stones, Jefferson Airplane… toda la generación de los años 60. A lo que voy, sigo escuchando a artistas de ayer y de hoy. Los de hoy son menos, pero sigo encontrando artistas que me copan mucho.

Hoy es tan vasta la biblioteca de música que hay en internet, que es difícil llegar a cosas nuevas que realmente te motiven. Antes se filtraba más, por ejemplo en un programa de radio o en una revista especializada. Hoy por hoy hay tantos medios que suben música que más allá de que sea buena o mala, la oferta es enorme, y antes de llegar a algo que le guste, el público tiene que bucear en la red por horas.

También están los servicios de streaming con sus recomendaciones. Por ejemplo, Spotify. ¿Quién es el señor Spotify para recomendar música? Hay todo un sistema de empresas que se dedican a eso, a linkear para que el tipo que escuchó un disco conocido, tenga una recomendación del artista nuevo.

Pero bueno, nosotros elegimos el camino independiente y estamos trabajando a full en eso. De hecho no creo que la nuestra sea una música que esté de moda pero tampoco creo que esté pasada de moda. El rock siempre está ahí. Tendrá más o menos seguidores según la época. El rock que yo busco predicar está fuera de la órbita de lo que a la gente le parece que está de moda, pero en realidad cuando salgo a tocar me doy cuenta de que mucha gente se siente identificada, y me dice cosas como “Qué bueno esto y qué buena esta onda, que hace mucho que no veo una banda que me transmita este rock and roll de raíz”.

Lo que yo noto con tanta oferta es que, por lo menos en el rock, no hay tanto compromiso con la música. Es más como una receta: filmo un video, lo estreno por Youtube, tiene que pegar. Si la canción no tiene 50.000 vistas, no es una buena canción, entonces la banda no funciona. Y están mas pendientes de eso, de pegarla. Pero, al fin y al cabo, son las canciones las que perduran en el tiempo.

¿Vos qué buscás transmitir?

Yo soy como un activista de ese rock and roll, de una manera de vivir la música, que para mí es mucho menos pensada y estructurada. Es más cómo lo siento. Experimento mucho en el momento, con la vivencia, con el happening. Improviso un solo, cambio una letra. En los shows a veces no sabemos en qué orden vamos a tocar las canciones. Elijo tocar una canción porque es la mejor para ese momento. Esa es una manera de vivir la música que yo defiendo. Más allá del estilo, para mí es una manera de interpretar la música. Muchos amigos músicos me han expresado sus respetos porque mantengo un estilo propio y lo defiendo con amor.

Trato de captar la esencia del rock de los 60, cuando todo era un poco más libre. No estaban pensando en el hit. Se dio naturalmente que esas bandas se transformaron en hits pero no lo buscaban. Los Rolling Stones querían ser la mejor banda de blues de Londres. No arrancaron a tocar blues porque estaba de moda. Ellos lo pusieron de moda. Y pasó todo lo que pasó porque ellos estaban convencidos de lo que querían hacer.  Yo quiero tocar las canciones que me pinta tocar, con la gente que me gusta tocar y gracias a Dios hay un montón de gente que se viene copando, orgánicamente.

Hay un montón de bandas que están en la misma: en la búsqueda de la canción, en laburar, en tocar en los bares. Tenemos una especie de conglomerado de bandas amigas, que se llama Bestiario, y estamos ahí para armar festivales y ciclos juntos, compartirnos ideas, piques de sonidista, de salas, y ahí hay un montón de bandas en el mismo camino. Con sus diferencias de sonido, etc.

Nosotros quizás tenemos una estética marcada bien arraigada a la música de esa época. Aunque lo que nosotros estamos haciendo es música de 2016, pero tiene ese sabor. Y a mí me encanta que tenga ese sabor. Por lo menos tiene un sabor definido. Yo sé que estoy convencido de lo que estoy tocando. No lo cambiaría.

A la hora de componer, ¿por dónde surgen generalmente tus canciones?

Generalmente compongo desde un riff, o un arreglo, o una progresión de acordes en la guitarra y una melodía que se me ocurre para la voz. A veces compongo directamente melodía y letra, como “La canción solitaria” que fue así. Pero otras veces se me ocurre alguna temática para escribir, una idea. Por decirte algo, un título, y a través de ese título con la música y con una idea vocal, a veces por fonética y a veces por destruir la fonética. Es eso… se me ocurre un título y a través de ese título desarrollo la letra. El proceso de composición puede llegar a ser muy inconstante. A veces una canción la componés en cinco minutos y a otra en tres años.

¿Componés todo vos?

Generalmente compongo solo yo, pero a veces componemos con amigos. No es fácil que todos los intérpretes lleguen al lugar de compositor, aunque siempre pueden aportar ideas. Ahora en la Zitarrosa vamos a presentar una canción nueva, que hacía como dos o tres años que la venía trabajando, y ahora la voy a presentar porque ya está sonando como quiero.

¿Te gusta más tocar en vivo o grabar un disco?

Me gustan las dos cosas por igual; me excitan demasiado. Me gusta mucho tocar en vivo. De ahí el título de este disco “Totalmente vivo”. Habla un poco de la sensación que te da cuando estás tocando, que es realmente precioso. Poder estar tocando y sentir que está saliendo todo bien, porque estás tocando con gente buena onda, con quienes nos entendemos en un mismo lenguaje. Eso también lo transmite La Swing Factory: una buena onda, descontracturada, energía, familia. Aflojar un poco la campera y disfrutar. No es un rock que te ponga tenso o loco. Lo que transmite La Swing Factory es gozadera y rock and roll desconstracturado y no duro.

Generalmente después de tocar me siento realizado. Como es un proyecto autogestionado, nosotros trabajamos mucho: desde la prensa, las redes, los ensayos, armar el show, cargar todo, bajar todo, invitar a la gente, el desarme, etc. Siempre doy todo en el escenario. Después de los shows quedo para tirar. Generalmente me duermo con la ropa puesta.

Pero el vivo me gusta tanto como el estudio. El estudio me encanta, porque es donde puedo dejar plasmado lo mejor que sé hacer. Pero las dinámicas son distintas. Podés estar un tiempo interminable grabando un disco y en el escenario está la inmediatez… es otra cosa. No tengo predilección. Yo sé  que hay gente que le gusta más grabar y sé que hay gente que no se lleva bien con el estudio, que le parece una tortura el proceso de grabación.

A mí me gusta mucho también grabar en vivo. Ya teníamos un disco anterior en vivo, que se llama “Río Bravo” y ahora este que estamos sacando. Cuando presentamos “Río Bravo” en el Notariado, grabamos el disco en vivo que se llamó “Río Bravo Live”. Y ahora “Totalmente vivo”, que es la versión en vivo de “No hay más tiempo que perder”. Como es independiente, saco un disco cuando se me da la gana. Tomo las grabaciones en vivo, crudas. Es el feeling de un concierto en vivo, sin ningún proceso extraño, directo del teatro. Es como en los años 60, que un disco en vivo era una foto de esa noche. No es como lo otro de tratar de que un disco en vivo suene como en el estudio, que entonces le volvés a grabar una voz, o una guitarra, y entonces ya no es ni una cosa ni la otra. No quiere decir que eso no esté bueno pero ta, me gusta mantener una impronta orgánica de lo que hacemos.

¿Cuál es la diferencia entre cantar rock and roll en español y en inglés?

En realidad todas las canciones que a mí me influenciaron de chico eran de rock en inglés. Cantar rock en español es más difícil. Es más difícil llegar a la fonética, que suene bien. También porque hubo años de ese prejuicio. Ahora ya está más que instaurado el rock en español. A mí me nace hacerlo de las dos maneras instintivamente. Si pienso que una canción va a sonar mejor en inglés, la hago así, o si pienso que va a sonar mejor en español, la hago en español.

Tocar en inglés me ha facilitado tocar en Estados Unidos, en el circuito de los bares de New York. El primer disco, que es mitad en inglés y mitad en español, me sirvió de carta de presentación y me permitió tocar ahí.

¿Qué te dejaron esas experiencias?

De todo. Mucha música. Las relaciones humanas con músicos grossos, muy comprometidos con su instrumento, con la dinámica de tocar, de ensayar, de estar siempre dispuestos a la próxima oportunidad. Allá es diferente porque se puede vivir profesionalmente de eso y porque el músico tiene otro respeto. Cuando el artista es bueno, la gente lo respeta mucho. Allá el público en general valora más al músico,  cuando hace algo que ellos consideran que está bueno. Y por otro lado, tuve experiencias hermosas en estudios de grabación. También pude conocer el negocio de la música. Como allá el mercado es tan grande hay un montón de eslabones en el negocio de la música, de puestos de trabajo que acá no existen, porque no son viables.

¿Teniendo esa posibilidad elegís tocar en Uruguay?

Yo soy de acá, y el proyecto con el que estoy ahora es defender mi música, la banda, el repertorio de la banda, y aportarle al Uruguay algo que es difícil de encontrar. Quizás el trabajo es doble pero creo que quedar bien representado en las raíces de tu pueblo, de tu ciudad, es muy importante y eso después te ayuda. Grabo un disco en español y lo quiero defender acá. Puedo llevar un disco en español a EEUU pero la idea es defenderlo acá. Y este show en la Zitarrosa es una gran presentación donde vamos a repasar y representar y reivindicar todo lo que ya hicimos.

¿Qué músicos forman La Swing Factory?

Tenemos un cambio en la formación. Volvió el bajista original de la banda y entró un guitarrista nuevo. En el show de la Zitarrosa vamos a tocar: Federico Dinamita Pereda en guitarra y voz; mis hermanas Lucía y Josefina Pereda en voces y percusión; Esteban “Chicu” López en batería; Juan Correa, alias “El Mucho”, en el bajo; Javi González en guitarra; Marcelo Castro en percusión y Pablo Marichal en pianos.

 

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Fotos: cedidas por la producción.

Entrevista hecha para COOLTIVARTE.

Entrevistadora: Patricia Schiavone