Noche de descubrimiento de un mundo musical nuevo: SNARKY PUPPY en el Teatro Solís

Reseña escrita por mí para COOLTIVARTE: Si hacen click en la publicación de Cooltivarte, pueden ver las fotos buenísimas de Ricardo Gómez. O sea, en el siguiente enlace: http://cooltivarte.com/portal/noche-de-descubrimiento-de-un-mundo-musical-nuevo-snarky-puppy-en-el-teatro-solis/

 

Luego de la mayoría de los toques que me gustan llego desesperada por pasar las emociones a palabras escritas pero anoche, después del show de Snarky Puppy, salí desesperada por oír silencio (interno y externo). Fue hoy de mañana que empezaron a caerme algunas fichas y recién 24 horas después del toque, puedo encarar mínimamente esto de reseñar lo que sucedió. Quienes fueron, me entenderán. Pero a este texto lo escribo más para quienes no estuvieron ahí, con el objetivo de acercarles desde algún ángulo a esta banda que implica una experiencia musical muy particular.

Francisco Fattoruso fue el telonero, en una formación que incluyó a Federico Navarro en guitarra, Álvaro Torres y Manuel Contrera en teclados, Pablo González en batería, Federico Blois en Percusión y Juan Pablo di Leone en Flauta. Tocaron tres temas. En honor a las estrellas de la noche tocaron dos temas bien funkies (y me sorprendieron demostrando una agitación y alegría en el escenario que no suele ser tan uruguaya) y luego, cuando yo ya estaba sintiendo que eran demasiadas notas, cerraron con una balada muy bonita y bienvenida. Me gustaron un montón unos compases unísonos entre bajo, guitarra, flauta y teclados. Francisco y su grupo nos dejaron bien parados. Tengo entendido que es fan de Snarky Puppy, así que debe haber sido una noche muy emocionante para él.

Se apagaron las luces pero estuvimos unos minutos esperando a que los utileros adecuaran los instrumentos para lo que seguiría. Fueron unos minutos algo extensos para estar a oscuras y la gente se comportó bastante bien.

Ahí salieron al escenario casi todos los músicos de Snarky Puppy con Magda Giannikou, una griega increíblemente simpática, alegre y llena de energía que tocó (acordeón) y cantó una música no encasillable, que viene a ser una mezcla de tango, música brasileña, pop francés y hasta algo de cumbia. Nos hizo corear, hacer palmas (no, muchachos extranjeros: a los uruguayos no nos hagan seguir el ritmo con las palmas… porque nunca sabemos detenernos a tiempo), y finalmente la aplaudimos a rabiar, tanto que ella se fue del escenario dando saltitos y gritando que quiere volver muchas veces. Fue interesantísimo lo que presentó. Muy diferente también, por lo que a algunos nos llevó un ratito ajustar el dial, pero había varias bocas abiertas. Nos habló en nuestro idioma, mezclando un poquito de inglés.

Magda estudió composición de música para cine en Berklee School of Music y compone música para cine y teatro en francés, español, inglés, portugués, italiano y griego.  Su grupo, Banda Magda, está formado por músicos colombianos, argentinos, japoneses e italianos. En 2013 Banda Magda debuta con su álbum “Amour t’es lá” con el cual llegan al top 10 en World Music Charts de Billboard.

Nuevamente quedamos a oscuras observando por minutos el ir y venir de los utileros que ajustaban perillas y repartían toallas. Y ahí, cosa mágica, los uruguayos del público, probablemente contagiados por la energía y alegría proveniente de Grecia, comenzaron a hacer ruidos de animales. ¡Resultó un mini concierto muy entretenido y divertido! Y nos reíamos cómodamente, y ¡se disfrutó!

Antes de entrar había en las caras y en los cuerpos de todos una expectativa impresionante. Alguno explicaba: “Hasta hace dos semanas no había oído hablar de ellos pero me metí a buscarlos y no pude parar de escucharlos”. Otro: “¡Cómo va a estar esto!”. O: “¡Qué increíble que vengan estos locos acá!”, y así.

Al instante de comenzar el toque de Snarky Puppy en sí, con todos sus músicos, quedó claro por qué tienen tantos seguidores: todo suena impecable, cómodo, divinamente funk y con un swing increíble.

Quien fundó la banda y claramente lleva la batuta (después veremos de qué) es Michael League… ¡el bajista! Espero que mis amigos bajistas no se ofendan, pero todavía me dura la sorpresa de ver al bajista del grupo ¡sonriendo! Y ¡bailando con libertad de movimientos! ¡Inclusive blandito! Y ubicando en el centro del escenario, resolviendo a quién le tocaba cuándo el solo, etc. También fue el presentador de la noche y mantuvo su sonrisa enorme y espíritu feliz todo el tiempo, carcajadas incluidas. Fue una base perfecta para nada más ni menos que 9 músicos haciendo algo que raya la demencia. League es el compositor, arreglador, productor, líder de la banda y dueño del sello discográfico.

Michael League armó la banda porque según él era demasiado malo para entrar en cualquiera de las bandas de donde estudiaba música jazz. Un año después tocó con algunos de sus compañeros en iglesias, cinco días a la semana, y ahí está la explicación de cómo pasó del jazz convencional a esta música con tanto swing, groove, alegría y ritmo.

Si bien algunos de nosotros no los conocíamos hasta que Jazz Tour tuvo la excelente idea de traerlos a Montevideo, estos músicos están de gira desde hace doce años y tienen grabados 11 discos.

Con el disco “Sylva” ganaron el premio Grammy este año.

Quince días atrás salió el CD “Family Dinner, volume II” y en abril sale “Culcha Vulcha”.

“Porque nos aburrimos fácilmente”, dijo League.

 

Al escenario y al Teatro Solís entero anoche lo llenaban los siguientes músicos:

Michael League: bajo

Justin Stanton: trompeta y piano

Chris McQueen: guitarra

Mike Maher: trompeta

Jay Jennings: trompeta

Chris Bullock – saxo tenor, flauta, clarinete

Caleb Sean: teclados y voz

Nate Werth: percusión

Marcelo Wolowsky: percusión

Jason “JT” Thomas: batería

 

La primera percepción es que se trata de algo completamente profesional, donde cada músico suena con enorme definición y comodidad, eso que hace que la música nos llegue mejor.

Después una va observando que esa perfección surge de una improvisación muy extraña. Por un lado es evidente que están improvisando, porque vemos la construcción que se va dando ahí mismo, en frente nuestro. Pero por otro es algo de no creerse que estén improvisando, porque están cambiando de métricas, está lleno de matices, ningún músico pisa a otro… cada uno tiene su lugar en el continuum musical perfectamente delimitado. También hay silencios perfectos (pocos, pero los hay) y parece tan imposible que todo eso suceda tan bien coordinado en una improvisación. La receta, al parecer, está en que todos los músicos se escuchan todo el tiempo entre todos y que hay una actitud de apertura y co-creación feliz que no excluye a ninguno de los diez seres. Por supuesto hay composiciones y hay arreglos también, pero la conjunción de lo libre y lo pautado tiene una perfección que creo que no habíamos visto por estas latitudes.

Hoy se me antojó que ver en vivo a Weather Report debió de generar algo parecido y hoy un amigo me lo confirmó. Yo lamentablemente no tuve la experiencia W.R. Me habría gustado y mucho.

La ejecución de cada instrumento es perfecta. Me asombraron todos individualmente y también las combinaciones.

El baterista y los dos percusionistas, tanto por separados como combinados entre sí, fueron una gozadera total.  Marcelo Wolowsky, que es argentino, junto con Nate Werth se divirtieron un disparate anoche y eso es tan contagioso que se agradece muchísimo. Jason Thomas un crack perdido… llevaba toda la máquina con una combinación perfecta de certeza y soltura… admirable por completo.

Anoche hubo buen gusto todo el tiempo, ya fuera que tocara un músico, dos, tres, o los diez a la vez.

En un momento Michael League cuenta que estuvieron grabando con la Metropole Orkest (el CD Sylva que mencioné antes) y que uno de sus músicos era uruguayo: Federico Nathan. Da la casualidad que él estaba en Montevideo anoche y tocó con ellos una chacarera, que estuvo de lo más diferente e interesante. Y también fue emocionante verlo a Nathan tocando con ellos.

Los vientos eran por momentos tres y por momentos cuatro. El sonido que surgía de todos ellos era exquisito, tanto individualmente como tocando todos juntos. Evidentemente es gente que tiene muchísimas horas de estudio y de toques… se nota, se disfruta, se agradece, se registra y se guarda como experiencia disfrutada y recordable.

La guitarra de Chris McQueen me encantó. Su sonido podía ser muy, muy dulce y calmo y de a ratos tenía una fuerza poderosa increíble.

Dejé para lo último mencionar lo que para mí, desde mi perspectiva muy personal, fue el descubrimiento más fantástico de la noche: el tecladista y cantante Caleb Sean.

Cada vez que se cruza en mi camino una nueva música fascinante siento que me expando y albergo nuevos mundos emocionales. En este caso fue el descubrimiento de este músico que me conmovió con su canto al unísono con su teclado en un solo que fue maravilloso. Les recomiendo hacer una búsqueda en Youtube con su nombre y se llevarán muy buenas sorpresas. (Su nombre completo es Caleb Sean McCampbell y el nombre de su banda es The Funky Knuckles). No vayan a perderse el video de él tocando [¡cómo suena ese piano!] y cantando el tema “All of Me” de John Legend.

Fue un concierto bastante extenso, con muchos bises. Los comentarios finales del público eran del estilo de: “me quedé sin palabras”, “lo mejor que he visto”, “no entiendo nada”.

Va desde aquí un agradecimiento a los que decidieron traer a Snarky Puppy a Montevideo anoche. No nos molestará para nada que los traigan otra vez.

3 comentarios

  1. clamim said,

    marzo 12, 2016 a 12:32 pm

    Buena nota! Los vengo siguiendo desde hace unos años, gracias a Kit Walker y Conrado Paulino. La balada que tocó Francisco y su grupo es «Montreux» de Hermeto Pascoal. abrazo

  2. marzo 12, 2016 a 12:46 pm

    ¡Gracias, clamim! Buenísimo ese dato del nombre de la balada. La buscaré por Hermeto para volver a escucharla. Me alegra que te haya gustado la nota. Abrazo.

  3. marzo 12, 2016 a 5:36 pm

    Si buscan «Snarky Puppy Luna Park» en Youtube, encuentran muchos videos del concierto que dieron ahí, un día antes del toque en El Solís. Dejo algunos por acá:


Deja un comentario